Maíz genéticamente modificado. Foto: EFE. |
A solo tres días de que el presidente electo de Estados Unidos tome posesión en el cargo, continúa recibiendo a representantes de diversas multinacionales que desfilan por el rascacielos del magnate.
Una nota del diario El País, refiere que la lista de visitantes incluye a los consejeros delegados de las químicas Bayer, Werner Baumann, y Monsanto, Hugh Grant. Cabe indicar que las citadas multinacionales están en proceso de fusionarse, pero desde el viernes corresponderá a la nueva administración gubernamental imponer las condiciones para que prospere.
Según El País, los dos directivos se comprometieron con Trump a invertir US$ 8.000 millones en investigación y desarrollo. Del mismo modo a preservar los 9.000 empleos que Monsanto da en Estados Unidos.
Bayer, que va a desembolsar unos US$ 58.500 millones por su rival, promete crear 3.000 nuevos empleos altamente cualificados si la integración de los dos negocios continúa adelante.
Los ejecutivos de Bayer y Monsanto trataron con el Trump los detalles de la operación, que creará la mayor corporación de la industria. Dow Chemical y DuPont también están en el mismo proceso.
El encuentro se realizó el mismo día en el que Walmart y General Motors anunciaron por separado inversiones por las que crearán miles de empleos en Estados Unidos.
La fusión y otros encuentros
La compra de Monsanto por Bayer debe ser autorizada por las autoridades reguladoras en varios países para que salga adelante, incluida la Unión Europea. En una situación similar se encuentran AT&T con la compra de Time Warner. La semana pasada su consejero delegado se reunió también con el presidente electo, que durante la campaña se declaró dispuesto a tumbar la fusión porque iba a concentrar demasiado el poder.
Las grandes corporaciones de EE.UU. tratan desde hace semanas mostrar su compromiso con preservar el empleo en el país, para evitar amenazas del futuro inquilino de la Casa Blanca. En el caso de estas dos grandes fusiones, el acercamiento está dirigido también a los inversores, que durante las últimas semanas se mostraron escépticos hacia las posibilidades que tienen de prosperar.
Este martes pasó también por la Torre Trump el consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg. El presidente electo amenazó con cancelar el contrato para renovar el avión presidencial Air Force One y presiona a las grandes contratistas del Pentágono para que reduzcan costes. Es el caso de Lockheed Martin por el caza bombardero F-35. Su principal ejecutiva se reunió dos veces con Donald Trump.
Fuente: La República
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