"Hay que vigilar que los arándanos no se vuelvan un producto común"

Sil Moonen, de BerryFarm.nl, ha comenzado su primera cosecha de arándanos. El agricultor posee plantaciones en Drente y Limburgo, en Países Bajos, y cerca de Oldemburgo, en Alemania, y ha presentado sus primeras variedades tempranas al mercado esta semana. La semana pasada, el precio todavía tenía un nivel razonable, pero ahora hay más oferta y el precio se ha reducido a la mitad, lo que preocupa al productor. "El cultivo de arándanos siempre ha tenido reputación de dar mucho dinero, pero me temo que ya no es tan ventajoso, ya que los arándanos se están convirtiendo en un producto común".

"La cosecha holandesa es comparable a la del año anterior. Se dice que Polonia tiene menos arándanos por culpa de la sequía", continúa el productor, que vende sus frutas sobre todo en Inglaterra, Irlanda y, en ocasiones, también en Alemania. "En estos momentos, no soy muy optimista. Por culpa de la incertidumbre, los clientes del mercado británico se están conteniendo. No esperaba que tuviese este efecto, y parece que tendremos que pagar la diferencia con la libra".

Aunque los productores se centraban antes en envases innovadores como los de forma de coctelera, últimamente, se están alejando cada vez más de ellos. "No es fácil crear una línea especial con un minorista inglés o con uno holandés. Estamos intentando especializarnos más en enviar productos sueltos para envasarlos en Inglaterra, lo que nos conviene más. Veo más futuro en vender los arándanos sueltos", opina Moonen, que también está probando nuevas variedades en sus campos de pruebas. "Tenemos algunas variedades nuevas muy sabrosas y con mucho potencial que esperamos presentar durante los próximos años".

Turbinas de viento

Los cultivos de Moonen se han salvado de los daños hasta ahora. "Hemos estado a salvo de la lluvia y del granizo. Esta primavera, hemos podido evitar las heladas nocturnas con turbinas de viento, lo que significa que hemos podido salvar las primeras flores. Tenemos 3,5 hectáreas bajo plásticos para protegerlas de todo tipo de influencias meteorológicas", explica el productor, que organiza las ventas de un total de 60 hectáreas de su cultivo propio y del de sus socios agricultores.

"También estamos manteniendo bajo control la mosca de la fruta Drosophila suzukii. Hay unas cuantas, pero no tantas como el año pasado", comenta Moonen con optimismo. "Durante las fiestas, no tendremos muchos beneficios, pero tenemos que pasar por esa época. Los precios se normalizarán cuando todos vuelvan de vacaciones".

Fuente: Freshplaza.es