PPK: "Pensé que se podía hacer más en el primer año de gobierno"

El presidente Pedro Pablo Kuczynski recibió a La República a diez días de que empiece su segundo año de gobierno. Durante la conversación, el jefe del Estado admitió que hubo un exceso de optimismo acerca de lo que se podía hacer en esta primera etapa de gestión, aunque dijo esperar que las cosas mejoren. En su diagnóstico, son dos los hechos principales que han detenido el crecimiento económico: el escándalo Lava Jato y El Niño costero. El próximo viernes 28, según adelantó, les ofrecerá a los peruanos un mensaje "optimista".

Recuerdo que lo entrevisté a cuatro días de que asumiera la presidencia. Esa vez le pregunté qué pensaba hacer para no perder la conexión con la gente, algo que suele ocurrirles a los presidentes peruanos. Acaba de salir un sondeo de Ipsos que le da un 34% de apoyo, lo que coincide con otros estudios de otras encuestadoras. A una semana de cumplir su primer año en Palacio, ¿siente que ha perdido la conexión con los ciudadanos?

No, para nada. Yo viajo por todo el Perú, a cada rato. Creo que mucho tiene que ver con los acontecimientos, ¿no?, como El Niño costero, las inundaciones, los huaicos. Entonces la prensa me vio mucho más en…

¿Actividad?

Yo sigo en actividad, lo que pasa es que la prensa se interesa menos porque hay menos noticia. Pero no ha cambiado nada.

¿No le preocupa su aprobación? Recién va a cumplir un año.

Yo creo que podríamos estar mejor, pero realmente no me preocupa. Nosotros en el gobierno trabajamos en muchas cosas de manera silenciosa. Hemos sido golpeados por estas salidas de ministros, pero después del diálogo con la señora Fujimori creo que eso se va a arreglar. Ahora vamos a presentar nuestro mensaje por 28 de julio, que es bastante optimista.

¿A pesar del lento crecimiento económico?

Hay un elemento importante, que es que la economía crece mal.

Cuando usted ganó las elecciones, el comentario generalizado era que la economía marcharía bien porque usted es economista, con amplia experiencia en el Estado. Su premier, Fernando Zavala, también lo es. ¿Cómo se explica este estancamiento?

Se explica muy simple: íbamos a crecer al cuatro o cuatro y medio; sin embargo, estamos al tres por ciento. Lava Jato se ha comido un punto y El Niño costero otro medio punto. Eso es algo que siente la gente. Claro, creo que nadie previó que Lava Jato iba a ser tan nefasto como lo fue. Era una cosa en Brasil y luego aterrizó acá y empezaron las acusaciones contra ex presidentes, empresas, y eso ha mermado la confianza. Tuvimos que cancelar contratos muy grandes: el Gasoducto del Sur, la autopista a Chosica, Chavimochic 3. Otros proyectos que no tienen que ver con Lava Jato, como la Línea 2 del Metro y el aeropuerto (de Chinchero), también tenían problemas. Si se suma lo de los desastres, el resultado es que hemos tenido un año malo, sin duda alguna.

Sin embargo, todos los que usted menciona son factores externos. Desde el Ejecutivo, ¿no hay ninguna autocrítica por hacerse?

Yo creo que fuimos demasiado optimistas y nos tomó bastante tiempo darnos cuenta de cosas que heredamos del gobierno anterior que no eran claras cuando usted me entrevistó la vez pasada. ¿Quién sabía que en los últimos cinco años se había contratado a más de 80 mil funcionarios adicionales en el gobierno central? Eso se ha ido averiguando en el camino y ha sido un freno a la operatividad del gobierno.

¿Demasiada burocracia, dice usted?

Demasiada burocracia, demasiados pasos. ¿Quién iba a pensar que la Contraloría General de la República se iba a portar como se portó, denunciando a funcionarios como Martín Vizcarra o Fiorella Molinelli, que han actuado con transparencia? ¡Por no hablar de las grabaciones ilegales! ¿Quién iba a pensar que en un país grado de inversión, como el Perú, iban a ocurrir cosas así? Es inaudito. Esto nos ha frenado. Se ha creado en el Perú una atmósfera de terror en los funcionarios porque todos creen que van a ser acusados penalmente si firman un papel…

O piensan que van a ser grabados en sus oficinas.

O que van a ser grabados, cuando uno debería poder hablar con franqueza. El señor Alfredo Thorne lo único que dijo era que quería sacar adelante los proyectos, no de manera ilegal, y a pesar de eso terminó crucificado.

Presidente Kuczynski, le insisto: lo que dice del ex contralor Alarcón es cierto…

¡Es cierto, es cierto! Y por eso el Congreso lo sacó.

Por eso, es cierto. Pero sigue siendo un factor ajeno al gobierno. Le repito la pregunta: ¿no hay un error que nazca de ustedes, de su gestión?

Nuestro error fue subestimar lo que podía pasar.

¿O sobreestimar lo que podían hacer ustedes?

Creo que, quizás, pensé que se podía hacer más en el primer año de gobierno. Ahora, el Congreso nos dio poderes para tomar medidas y en su mayoría se han dado. A la señora Keiko Fujimori se le ha pedido que se revisen unas cuantas, y eso será en cuanto sesione de nuevo el Congreso. Es decir, todo esto se va a arreglar... pero, claro, hemos perdido no sé si todo un año, aunque sí muchos meses en este vaivén.

Le quedan cuatro años. Esperemos que ya no se sigan perdiendo más meses.

Bueno, hay que pensar en todo lo que pasó. Por ejemplo, el gobierno anterior se enfrentó a la caída de los metales, y cayó el crecimiento, pero ellos no tienen la culpa. Aquí en el Perú, el deporte nacional es echarle la culpa a alguien, siempre. El hecho es que cuando nosotros llegamos, el crecimiento ya estaba bien bajetón; y no hemos sido capaces, en este primer año, de reactivar la economía. La razón principal no es que seamos unos ilusos o unos inocentes. Es lo que ya le dije antes: un punto y medio de crecimiento se esfumó a causa de los problemas ya explicados.

Presidente, ¿por qué ha caído tanto la recaudación?

Eso es algo que voy a destacar en mi mensaje del 28. En los últimos dos años del gobierno pasado se eliminaron los sistemas que yo había puesto en el año 2002, de retenciones y detracciones del Impuesto General a las Ventas (IGV). Eso ha hecho que la eficiencia de recaudación del IGV, que estaba por encima de un 50%, haya bajado a menos de un 40%. Al mismo tiempo, los gastos corrientes en el gobierno anterior aumentaron fuertemente debido a la contratación de demasiados funcionarios. Si baja la recaudación y sube el gasto, ergo, hay déficit.

El diagnóstico ya existe, ¿cuál es la solución?

Ahí viene el dilema que tuvo Thorne como ministro de Economía y Finanzas: o apretar para bajar el déficit aunque disminuya el crecimiento, o seguir con todo igual. Lo discutió conmigo y se decidió apretar. Yo soy el culpable de eso, no él. Si no hubiésemos hecho eso, nuestra calificación crediticia también hubiera bajado, algo muy preocupante.

En su mensaje cuando asumió el gobierno usted habló de seis compromisos con el país. Por ejemplo, dijo que al 2021 todos los peruanos deberán tener acceso al agua potable y a servicios de desagüe.

Le aseguro que estamos trabajando en eso, con toda velocidad.

También ofreció que todos los niños peruanos tendrán acceso gratuito a educación inicial, primaria y secundaria de calidad.

Estamos metidos en eso también.

Estos compromisos que usted ofreció…

Los vamos a cumplir. Se mantienen, sin duda.

¿No existe el riesgo de que no se cumplan por este año perdido?

No. Por ejemplo, en agua potable hemos metido algo más de tres mil millones de soles en decenas de proyectos. Hay proyectos grandes que quizás tomarán un poco más de tiempo, como el de Huachipa, que está tratando un metro cúbico de agua al día. Eso hay que subirlo primero a cinco metros cúbicos y luego hasta diez. Eso se va a hacer. No lo dudo.

¿Qué es lo que espera de este segundo año de gobierno?

Una recuperación económica, y creo que eso se va a sentir. Lava Jato está yéndose. Claro, las consecuencias legales siguen, pero el impacto sobre los proyectos ya no es tan directo. Y espero que El Niño costero no vuelva. Por supuesto, no soy Dios y no puedo garantizar que esto sea realmente así. Déjeme decirle que también hay una mejora notable en la pesca, en los minerales. Aparte, las exportaciones están subiendo, lo mismo que la agroindustria. Yo creo que, sin grandes medidas, vamos a tener una recuperación.

Eso quiere decir que no debemos esperar que usted anuncie grandes medidas en su mensaje por Fiestas Patrias.

Las grandes medidas tienen que ver con los proyectos. Con Lima Airport Partners ya llegamos a un acuerdo y ojalá se firme antes del 28. Con los contratistas de la Línea 2 también tenemos un compromiso. ¿Qué falta? Chinchero, que de alguna manera y otra lo vamos a hacer, y el Gasoducto del Sur. Lo bueno es que se han hecho descubrimientos muy grandes de gas, posiblemente bastante mayores de los revelados.

Usted ha dicho que ya "se pasó la página" con Fuerza Popular. Le pregunto sobre lo que viene en el futuro: ¿cree que el Congreso ya no va a presionar más al gobierno para, por ejemplo, sacar a un ministro del gabinete? ¿Cree en eso realmente?

Yo espero firmemente eso. Sin embargo, nadie puede estar seguro. Después de todo, tenemos un Poder Ejecutivo y un Congreso que fue elegido como oposición y, entonces, siempre habrá una tensión, ¿no es cierto? Lo que no queremos es que prosperen medidas de corte más bien populista…

¿Usted cree que el fujimorismo es populista?

Yo no le voy a contestar si el fujimorismo es populista o no. Lo que sí creo es que, en todos los Congresos del mundo, hay medidas de corte populista.

Usted ha dado a entender que este gobierno dividido que usted enfrenta es consecuencia del sistema electoral, porque el Congreso es elegido el mismo día que la primera vuelta presidencial.

En Francia primero se eligió a Macron (presidente francés) y luego al Congreso. En el Perú no es así. Claro, no siempre dividimos el poder. Cuando lo eligieron a Fernando Belaunde en 1980, su partido también ganó el Congreso, y no fue necesariamente el mejor gobierno del Perú. A lo que apuntaba yo es que, más que hacer reformas constitucionales, debemos buscar gobiernos de coalición, como en Europa. Lo que se necesita es entenderse para trabajar. Reformas siempre hay y no siempre terminan arreglando las cosas.

Si claramente no funcionó la primera reunión con Keiko Fujimori, la que fue promovida por el cardenal Juan Luis Cipriani, ¿por qué usted asume que sí tendría que funcionar esta segunda?

No, a ver. Esta nueva reunión fue muy diferente. La primera, la de diciembre, fue para conocernos mejor y fue relativamente corta. Aquí, en cambio, fue una reunión de trabajo que duró más de dos horas, en la que entramos en materias concretas: las expropiaciones, el tratamiento de las aguas servidas, la Procuraduría General de la República, el Consejo Nacional de la Magistratura, para mencionarle solo cuatro temas de los veinte que tocamos. En la campaña hubo frases hirientes, nos arrepentimos de ellas y... listo.

¿Por qué ha habido tanto empeño de su parte en mencionar, reiteradamente, el tema del posible indulto a Alberto Fujimori? Este es un tema que tampoco ha ayudado a que su relación con Fuerza Popular camine muy bien.

No, no. En la campaña muchas veces me preguntaron sobre eso y siempre respondí que si el Congreso sacaba una ley que permitiera que gente mayor con problemas de salud cumpliera su sentencia en su casa, yo la firmaría. Esa ley, sin embargo, no la ha dado el Congreso y, por lo tanto, no tengo nada por firmar. A raíz de eso es que han surgido las preguntas de un indulto humanitario.

El punto es que sus respuestas a esas preguntas siempre sonaban contradictorias.

Yo siempre dije que ese tema ya se verá.

Imagino que leyó el artículo de Mario Vargas Llosa del domingo en La República.

Es absolutamente exacto. Lo que conversamos en su casa en Madrid es tal cual lo que se dice ahí.

Vargas Llosa ha escrito que el eventual indulto sería una traición a los electores. ¿Le preocupa ser recordado así?

Pero yo no estoy indultando a nadie. Lo único que estoy viendo, y no tengo decisión alguna tomada, es si existen razones médicas para que algunas personas afectadas, que son varias, cumplan sus condenas en sus casas.

¿Se puede saber si ya existe, en el caso de Alberto Fujimori, información médica disponible?

El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) tiene información médica.

¿Pero no sabe si se están haciendo nuevos exámenes en estos momentos?

No se han empezado esos exámenes.

Los familiares de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos han pedido conversar con usted sobre este tema antes de cualquier decisión.

Y los recibiremos, sin ninguna duda.

¿Qué es lo que ha aprendido más en este primer año como presidente?

Que no es fácil.

¿Pensaba que era sencillo?

No, pero nos ha tocado un descenso económico en el mundo que no facilita las cosas. Si yo hubiese sido candidato en el 2006, hubiera entrado al gobierno con el cobre a tres dólares subiendo a cuatro cincuenta: ¡ahí volábamos!

Usted lo hubiera hecho mejor que Alan García, me dice.

No, no digo eso. El ministro de Economía de Alan, Luis Carranza, quien fue mi viceministro, hizo un muy buen trabajo. Sin embargo, hay coyunturas que facilitan las cosas.

¿Espera que en este nuevo mensaje presidencial el fujimorismo lo aplauda? No lo hizo el año pasado, en su mensaje inaugural.

Espero que sí lo hagan, por lo menos cortésmente. Que aplaudan, si es que les gusta lo que digo.

"Eso de 'quiero ser ministro porque soy del partido', no es así. En este segundo año habrá muy pocos cambios en el gabinete"
¿Qué piensa del caso de Ollanta Humala?

Ese es un tema judicial.

Le pido una opinión, no sobre el fondo judicial. Usted es presidente y le debe llamar la atención que otro ex presidente esté en la cárcel.

Lo único que diré sobre el ex presidente Humala es lo siguiente: le pido al Poder Judicial que estos procesos se hagan rápidamente y de manera eficiente, porque poner a un ex presidente en la cárcel junto a su esposa es un hecho realmente gravísimo, y no van a estar esperando que un portapliegos mueva un papel, ¿no? Esto merece una determinación justa y rápida. Eso es lo que yo pediría.

También tenemos el caso del ex presidente Alejandro Toledo, en Estados Unidos, y pedido por la justicia peruana. En realidad, el cargo que usted ocupa ahora…

Parece que no es un cargo muy premiado, ¿no?

No tiene mucha proyección de futuro, digamos.

No, sí tiene. Ahora, sobre Toledo: estamos haciendo todo lo necesario para que comparezca ante la justicia peruana. Lo que pasa es que en la justicia de Estados Unidos hay algo llamado el debido proceso…

Lo dice como si el debido proceso en el Perú fuese casi una exquisitez.

Bueno, en el Perú se habla del debido proceso, pero no hay tanto debido proceso. En todo caso, el Departamento de Justicia de Estados Unidos necesita cruzar la información antes de permitir que la corte del distrito de residencia se ocupe del caso. Todos preguntan por acá dónde está el abogado. Le informo: lo tenemos, pero el que debe presentar la solicitud de extradición no es el abogado sino el fiscal del Departamento de Justicia. A él es al que tenemos que convencer. No digo nada contra Toledo, sí le pido que responda acá.

Sobre su partido…

¡Uy!

Tema complicado…

Mi partido tiene un montón de seguidores en el Perú, por todos lados.

Hay molestia en su partido.

No. Hay algunos que están molestos por unas pugnas entre quienes están arriba en el partido y los que están abajo, y vamos a tener que ocuparnos de eso.

¿Les va a dar a algunos de los militantes espacios en el gobierno? Eso es lo que están pidiendo.

Mire, los congresistas son congresistas. Eso de que “yo quiero ser ministro porque soy del partido" (de gobierno)...

¿Con usted no va?

Eso no es así, pues. Tenemos ministros independientes, dos vicepresidentes que estuvieron muy metidos en la campaña, un congresista que es ministro de Producción (Pedro Olaechea) y ahí nomás…

Ahí nomás murió el payaso.

No, no, ahí no muere el payaso, veremos. Pero en este segundo año habrá muy pocos cambios de ministros.

¿Cómo espera irse el 2021?

Caminando.

Y fuera de eso, ¿cómo quisiera ser recordado?

Creo que este va a ser un muy buen gobierno, con seguridad. Acá hay cambios que la gente no ve muy bien ahora y que son importantísimos. Acá hay un gobierno transparente.

Fuente: La República