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La aparición de un sensor como este es de real importancia dadas las cifras de productos defectuosos en Estados Unidos. Sólo en este país, el 70% de las botellas de aceite de oliva pueden tener algún grado de rancidez o alteración del sabor natural, indica un estudio del 2010 del UC Davis Olive Center. Estos factores, sin embargo, no sólo alteran el sabor del producto, sino los beneficios por los que es conocido el aceite de oliva: mejorar el nivel de sangre, circulación y reducir el colesterol.
Los tests actuales para determinar la calidad del aceite son caros y no brindan un resultado específico. El nuevo sensor brindará información detallada de cómo la combinación de ciertos compuestos químicos están generando el nivel de rancidez en el aceite de oliva.
El proyecto que aún luce sólo cómo un chip de computadora, estará disponible como un escáner en un aproximado de dos años en diversas tiendas de supermercados.
Fuente: http://proexpansion.com/en/articles/...si-ha-caducado
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