Foto: La República |
En la región se producen dos millones de toneladas anuales de residuos orgánicos agrícolas, por diferentes actividades.
La mayor cantidad de restos son el estiércol del ganado vacuno, la paja y rastrojos del arroz, y la penca de la tuna que se utiliza para la producción de la cochinilla. Principalmente se generan en la provincia de Camaná y en la irrigación Majes.
José Peña Dávila, director del Cite Agroindustrial Majes, señaló que si se llegaría a procesar estos residuos, la agricultura en la región podría ser autosuficiente. Se lograría producir combustible como biogás para el funcionamiento de maquinaria agrícola y hasta generar electricidad.
La conversión de los residuos orgánicos a biogás se hace a través de maquinas especiales (biodigestores). Pueden ser utilizados a gran escala y hasta de forma doméstica en las viviendas.
Fuente: La República
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