Informa Adex.
Dicho marco estipula ciertas condiciones de inocuidad que deben cumplir las empresas que deseen exportar alimentos a ese país y cuyo incumplimiento traerá consigo sanciones, precisó la gerente de Agro de Adex, Beatriz Tubino.
En octubre entrará en vigencia parte de la nueva Ley de Modernización de Inocuidad Alimentaria (FSMA) en Estados Unidos.
Tubino mencionó que la inocuidad de los alimentos es un aspecto prioritario para Estados Unidos por lo que está implementando de forma progresiva la FSMA que traería algunos problemas para las pequeñas empresas exportadoras peruanas si es que no se capacitan y mejoran sus procesos a fin de garantizar la inocuidad de sus productos.
Dijo que la autoridad estadounidense tiene más de 50 normativas pendientes que deberán implementarse en los próximos tres años y, si bien es cierto que Perú está avanzado en materia de inocuidad, no se puede cuantificar con exactitud el impacto de la norma pues algunas de las nuevas propuestas están cambiando las normativas anteriores.
En ese sentido, refirió la importancia de definir claramente plazos, períodos de transición, difusión de reglamentos y recursos económicos para su adecuado cumplimiento.
“Las medidas a implementarse nos hace reflexionar en la necesidad de priorizar temas como los registros, planes preventivos, la certificación de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP), los que podrían aplicar las empresas más pequeñas que son las más proclives a incurrir en errores que las podría llevar a recibir sanciones”, indicó.
Añadió que a partir de octubre la Food and Drug Administration (FDA), la autoridad de inocuidad de Estados Unidos, estará facultada para cobrar un costo adicional en caso sea necesaria una reevaluación de los alimentos que ingresarán a su territorio y la inspección al establecimiento de procesamiento, incluso en el lugar de origen.
“El pago por hora del inspector de la FDA en Estados Unidos es 224 y 335 dólares si tiene que viajar fuera de Estados Unidos, lo que no incluye costos de viaje. Un cálculo estimado es que se tendría que desembolsar entre 15,000 y 20,000 dólares si es que el inspector debe viajar al lugar de origen”, comentó.
Detalló que las autoridades estadounidenses establecerán un sistema de trazabilidad rápida a lo largo de la cadena alimentaria y que el importador estadounidense exigirá a sus proveedores el mantenimiento de registros por un mínimo de dos años, además de implementar un sistema de verificación.
“De esa manera, se intentará asegurar que los productos que ingresan a Estados Unidos cumplan los criterios en origen, énfasis en etiquetado y trazabilidad”, afirmó Tubino.
Fuente: Andina
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