Foto: redagricola.pe |
Un clima excepcional fue decisivo para que la empresa de origen estadounidense decidiera instalarse en en Proyecto Olmos, donde manejan una superficie total de 2,000 ha, 600 de las cuales se sembrarán de uva de mesa, un cultivo que demandará gran cantidad de mano de obra, para lo cual la firma tiene pensada la construcción de un campamento.
La industria agrícola en Olmos se sigue levantando a pasos acelerados. En la superficie que ocupan las diferentes agroindustrias se trabaja sobre el terreno para dejar listo el nuevo terreno que ocuparán los cultivos de exportación y se construyen packings y almacenes donde se procesarán diversas frutas y hortalizas que tendrán como destino los más importantes mercados internacionales.
Precisamente este último cultivo no es el que ocupa la mayor superficie cultivada en el Proyecto Olmos, sin embargo, la empresa Agrovisión ha decidido apostar por él y en cuatro años espera concluir un proyecto que incluirá 600 ha. "Hasta la fecha tenemos 25 ha de la variedad Arra 15 y este año esperamos finalizarlo con 150 ha", cuenta el ingeniero Leonardo Ochoa Sosa, gerente agrícola, con 23 años de experiencia en cultivos agroexportadores, sobre un proyecto agrícola que incluirá, además de la uva de mesa, 700 ha de arándanos y 200 ha de cultivos como espárragos y paltas.
EL PROBLEMA DE LA MANO DE OBRA
Sin embargo, estas proyecciones, según Ochoa, dependerán de cómo se sienta el cultivo con el clima, el suelo, la disponibilidad de trabajadores, gente. Sobre todo, la disponibilidad de mano de obra es un tema que complica a las empresas que han decidido instalarse en el Proyecto Olmos, "por un tema de especialización y también de logística. Hoy tenemos mucha rotación de personal, que lo tenemos trabajando con nosotros una semana, pero a la semana siguiente esos mismos trabajadores se van a otra empresa", explica. Por ello es que Agrovisión tiene contemplado construir un campamento para tener el personal disponible durante la campaña y así evitar los inconvenientes en el traslado del personal, situación que retrasa la jornada laboral en al menos dos horas todos los días. "Tenemos que reclutar el personal para luego capacitarlo y especializarlo porque, con el paso de los años, las nuevas generaciones ya no estarán en el campo. Hoy encontrar mano de obra es más difícil y cuesta más, por ello también hay que buscar variedades de plantas que raleen solas, que no necesiten hacer trabajos de despunte y otras labores que se realizan con las variedades tradicionales", continúa.
Aparte de esos inconvenientes, Olmos representa una serie de ventajas para el cultivo de uva de mesa y otros frutales y hortalizas, sobre todo porque el ciclo productivo de la uva de mesa se acorta en 50 días. "Olmos permitirá potenciar mucho la condición de proveedor a las empresas que estamos aquí, ya que esperamos obtener más y mejor fruta", precisa Ochoa. Además, los costos indirectos son menores que en otras zonas del país.
– ¿Cómo calificarías las condiciones climáticas de Olmos para el desarrollo agrícola?
– Aquí la planta vive en una eterna primavera, no hay las diferencias de temperatura de las estaciones, pero sí hay que hacer un manejo en campo para cultivos que necesitan cierto receso de frio por su propia genética; una planta de uva de mesa crece muy rápido y hay que ir podándola y al paso de los años hay que hacerle un manejo de almacenamiento de reservas. Ahora bien, la tecnología agrícola es muy potente y podemos encontrar en el mercado ciertos productos que suplen las funciones vitales de la planta. Pero debemos aprender a entregarle lo que necesita, en el momento indicado, sobre todo cuando la planta no lo puede hacer por efectos del clima. Estos cultivos no son de la zona y debemos aprender a manejarlos para hacerle sentir que están en su zona de origen. Eso es todo un arte. En el norte estamos condicionando tecnologías que se aplicaron en otras regiones del país y también de Brasil, que es uno de los países que manejó muy bien estos cultivos con climas similares.
EL PROYECTO TOMA FORMA
El suelo y clima de Olmos tienen muchas ventajas para el cultivo de uva de mesa. Allí predomina la arena y algunas zonas calcáreas de greda. Sin embargo, los agrónomos y técnicos decidieron preparar el terreno, mezclando la tierra donde irían las camas a un metro de profundidad, adicionándole guano descompuesto y compost (aproximadamente 30 t/ha) para levantar camellones 70 cm de ancho por por 40 cm de alto. "Esto permite proteger la planta para efectos de lluvias y evitar que se estreses con la humedad", precisa Ochoa. Con ese trabajo se inició la siembra de las primeras hectáreas, a un marco de plantación de 3.5 x 1.5 m, es decir, 1,910 plantas/ha de la variedad Arra 15 sobre un patrón Salt Creek., conducido a través del sistema Open Gable.
EL RIEGO ES CLAVE EN EL PROYECTO DE AGROVISION
Tanto así que lo han planteado a doble línea, con goteros a 30 cm, que entregan un caudal de 1 l/h. “Manejamos un riego de 20 m3/ha”, precisa Ochoa. Es decir, el promedio de cada campaña estaría en torno a los 10,000 m3/ha. "Estamos monitoreando los resultados con esta primera experiencia en Olmos y proyectamos que la primera cosecha será en noviembre próximo", cuenta.
Agrovisión es una empresa estadounidense formada en el 2012 como un holding. En el Perú cuenta con una oficina corporativa en Lima y sede operativa en Chiclayo. Actualmente la empresa cuenta con más de 14,000 haen propiedad directa y una concesión de arrendamiento. Los planes de la firma son expandir la siembra de sus cultivos permanentes en la totalidad de su propiedad con arándanos, uva de mesa, espárragos, paltas y limones.
Fuente: redagricola.pe|Willy Mori Pinedo
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