Bolivia: Planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo reanuda operaciones para abastecer su agro

La Planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo (PAU), en el trópico de Cochabamba, reinició operaciones luego de casi un año de paralización, anunció el presidente de Bolivia, Luis Arce.

“Nosotros, desde la campaña, denunciábamos que el cierre de nuestra planta de urea, por motivos estrictamente políticos, iba a generar un gran daño económico”, aseguró el jefe de Estado.

Dijo además que, durante el periodo en que la industria dejó de operar, los costos de la urea se incrementaron en el país de US$ 400 la tonelada a US$ 830, lo cual ocasionó un perjuicio también a los productores agropecuarios, que vieron encarecidos sus costos de producción.

“Son US$ 450 millones que el país dejó de percibir en los veintidós meses de paralización de la planta. Con ese dinero ya hubiéramos estado en proceso para construir una segunda planta, que demanda más de US$ 900 millones (para su construcción)”, recalcó.

Finalmente, Arce Catacora destacó que la PAU será la base de la futura Planta de Fertilizantes y Agroquímicos, que contribuirá a fortalecer la producción boliviana con insumos bolivianos.

“Por eso es importante la Planta de Amoniaco y Urea, para incrementar la producción, reducir costos de producción y ser competitivos en el mercado (...). Por eso, pensamos en una segunda planta y hemos instruido al Ministerio de Hidrocarburos hacer los estudios de factibilidad”, adelantó el presidente.

Bolivia: agro con la urea de Bulo bulo

Por su parte, Wilson Zelaya, titular de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), dijo por su parte que la pausa en las operaciones desde noviembre de 2019 generó daños al Estado por US$ 450 millones.

El ejecutivo detalló que actualmente se encuentra en fase de arranque tras haber superado las anteriores fases de diagnóstico, mantenimiento, revisión de todos los parámetros operativos, disponibilidad de las máquinas, conforme el plan de trabajo diseñado en diciembre pasado.

Con la reactivación de la industria se generará 480 empleos directos y más de 4.000 empleos indirectos; además, generará mayor movimiento económico en el país.

Perú: urea y fosfatos

Nuestro país ha anunciado recientemente su intención de importar la urea desde el país altiplánico a través del modelo Gobierno a Gobierno, debido a que su escasez en el mercado internacional ha ocasionado que los precios se disparen. Importarla desde Bolivia sería la opción más rentable. No obstante, cabe precisar que el Perú también cuenta con los fosfatos para la producción masiva de urea en los desiertos de Sechura, pero no puede aprovecharlos debido a candados en el mercado.

El especialista en temas energéticos, Humberto Campodónico, explica en una de sus columnas que, en el año 2005, se licitaron los fosfatos de Bayóvar y se permitió que se exporte como roca fosfórica (en bruto), pero no exigió la construcción de una planta de DAP (Alan García la mencionó “de pasada” en el 2008). Así, ahora se exporta la roca y se importó DAP por US$ 70 millones en el 2019. El DAP ha aumentado a US$ 690/tonelada, 50% más que en el 2019.

“La alternativa de corto plazo sería un Fondo de Estabilización de los Fertilizantes, tipo FEPC —con características propias— para estabilizar el precio de la urea (que se importa en mayores cantidades) y el DAP. Esto es clave pues abarata el costo de producción de los agricultores y de los alimentos. Para más adelante, una parte de la roca fosfórica debe priorizar el mercado interno con una planta de DAP en Bayóvar —convocando el Estado a empresas internacionales—, ahora que Talara producirá gran cantidad de ácido sulfúrico y que hay reservas de gas en la zona, ambos insumos claves para producir DAP”, sostiene Campodónico.

Fuente: larepublica.pe