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El Instituto Colombiano Agropecuario liderará la supervisión del cumplimiento de los protocolos de seguridad para la aplicación de este herbicida en más de 50 tipos de plantaciones.
El glifosato que se usa en Colombia para asperjar cultivos ilícitos es químicamente igual al empleado en cultivos legales. Sin embargo, para el Ministerio de Agricultura su aplicación es diferente lo que hace que en una actividad sea más riesgoso para la salud que en otra.
En cultivos de hoja de coca se utilizan 10 litros y medio de glifosato por hectárea, los cuales son aplicados una altura mínima de 20 metros, mientras que en plantaciones legales se utilizan 3 litros por hectárea a una altura de 8 metros.
Para el Gobierno, estas diferencias son fundamentales, pues a menor altura y dosis hay menos riesgo de contaminación. Además, al fumigar cultivos legales se ubican banderas en la plantación que indican al piloto la franja exacta que debe irrigar el producto.
La fumigación de plantaciones licitas es programada, permite a las personas tomar medidas de precaución mientras que la de cultivos ilegales el factor sorpresa es la clave, lo que impide que habitantes del sector se protejan con anticipación.
Ni el Ministerio de Salud ni de Agricultura tienen reportes recientes de afectación a la salud por uso agrícola del glifosato.
Fuente: noticiasrcn.com | En Agriculturers.com
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