El Canal de Panamá es una importante vía de navegación interoceánica que conecta los océanos Atlántico y Pacífico. Esta vía se ha caracterizado –desde su inauguración en 1914- por acortar en tiempo y distancia la comunicación marítima, además de dinamizar el intercambio comercial entre diversos países del mundo.
Sin ir más lejos, EE.UU., China, Chile, Japón y Corea del Sur son algunos de los principales usuarios del canal que actualmente se encuentra en trabajos de expansión para albergar buques más grandes.
No obstante, hay quienes aseguran que, pese a dicha expansión, el Canal de Panamá no podrá albergar los enormes buques de carga que existen hoy en día.
A raíz de lo anterior, un grupo de empresarios –en su mayoría guatemaltecos- decidió en 1999 emprender un enorme proyecto que una a ambos océanos mediante una “finca interoceánica”.
Guillermo Catalán, integrante del Grupo Odepal y presidente de la Junta Directiva de Corredor Interoceánico, detalló en entrevista con Portalfruticola.com que en base a distintos análisis y estudios, se propone “desarrollar infraestructuras de transporte, que ofrezcan una ruta comercial alternativa más eficiente y convertir, de esta forma, a Guatemala un eslabón en la cadena logística mundial”.
“El proyecto consiste en el desarrollo de diferentes infraestructuras y sistemas de transporte con el propósito de facilitar el movimiento de contenedores, gas e hidrocarburos de océano a océano”, comentó.
Y es que el proyecto contempla la construcción de dos puertos de aguas profundas en las costas del Atlántico y Pacífico de Guatemala, con capacidad de dar servicio a 6 buques de hasta 22,000 TEUs cada uno.
Asimismo, habrá dos líneas férreas de 372km de largo conectando ambos puertos facilitando el transporte de contenedores a través del país; un poliducto compuesto por cuatro ductos diseñados para el paso de gas, petróleo y sus derivados; y zonas destinadas para desarrollo industrial, comercial y logístico en régimen de zona franca, unas aledañas a cada puerto y otras distribuidas a lo largo del corredor.
Catalán también señaló que habrá zonas de transferencia que se conectarán con el mercado nacional o con países vecinos como Honduras y El Salvador.
Pero eso no es todo, ya que el proyecto –donde participan aproximadamente 46 entidades mercantiles como socios capitalistas- también considera la incorporación de áreas de compensación ambiental en ambos litorales y en paralelo al corredor.
Con respecto al financiamiento, Catalán detalló que “el proyecto se financia en la etapa de capital semilla a través de capital privado proveniente de diferentes inversionistas y entidades tanto nacionales como internacionales, aunque cabe resaltar que la mayoría del capital 90% es guatemalteco”.
“Las etapas de construcción y operación serán financiadas por los concesionarios, quienes adquieren los derechos por la vía de contratos BOT [Build Operate and Transfer] de largo plazo, 40 a 50 años”, indicó.
Así, la iniciativa busca ser un instrumento de desarrollo para el país y la región ya que, en palabras de Catalán, “el beneficio de éste mismo tiene varias dimensiones y alcances tanto económicos, comerciales y sociales”.
El proyecto generará aproximadamente 6 mil empleos directos y beneficiará hasta 80 mil personas indirectamente dada su ubicación dentro del territorio nacional.
Asimismo, incrementará la competitividad del país y la región en términos comerciales y logísticos, atrayendo la inversión extranjera.
“Esto propiciará un mejor clima de certeza y oportunidad para el desarrollo de negocios y otras iniciativas públicas y privadas”, indicó Catalán.
“Habrá un incremento en la calidad de vida y en las posibilidades de desarrollo humano en toda la región, y establecerá una ruta que impactará positivamente en la eficiencia del comercio global de mercancías”, añadió.
El impacto a futuro para los exportadores
De acuerdo al presidente de la Junta Directiva de Corredor Interoceánico, los exportadores de fruta chilenos –y de diversos países- se verán impactados de manera positiva, debido a la mayor capacidad y las tarifas.
“Al tener puertos de aguas profundas con mayor capacidad, Guatemala podrá recibir buques mucho más grandes, los cuales pueden producir economías de escala para los exportadores chilenos y sudamericanos, reduciendo las tarifas de transporte marítimo”, indicó.
“Las tarifas para los fletes de transporte marítimos se reducirían considerablemente debido a que aumentaría el número de rutas directas (Chile–Guatemala-Europa, EE.UU.), eliminando escalas en otros puertos y, por ende, disminuirían los costos de manejo de carga, combustible y tiempo”, detalló.
Por otro lado, Catalán destacó que el Corredor Interoceánico puede presentar una ruta y centro de acopio eficiente en términos económicos y temporales, el que los exportadores podrán usar como “una lanzadera o trampolín para llegar a otros mercados globales”.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase de aportación de los derechos de propiedad de la tierra, donde los 3.743 propietarios de las parcelas que conforman la finca interoceánica, aportarán de manera voluntaria los derechos de sus tierras a cambio de acciones preferentes.
Posteriormente, procederán a regularizar la tierra para luego ser comprada y así desarrollar las diferentes infraestructuras, por lo que se estima que el Corredor Interoceánico estará operando en su primera fase de desarrollo, alrededor de 2019.
Fuente: http://www.portalfruticola.com/2014/...ion/?pais=peru
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