Foto: agraria.pe |
En las manos de un juez de California (Estados Unidos) está la decisión de obligar a las cafeterías, tiendas de conveniencia y otros lugares que venden bebidas calientes con cafeína, a publicar en sus productos avisos de advertencia sobre químicos que pueden producir cáncer.
Si la norma se aprueba este año, se pondrá fin a una larga batalla entre diversas organizaciones sin fines de lucro de California y docenas de retailers de café, incluyendo a Starbucks y otras grandes cadenas de alcance nacional. La demanda alega que cuando una bebida es preparada con agua caliente produce de forma natural un químico denominado acrilamida.
De perder el caso, los retailers cafetaleros enfrentan millones de dólares en posibles multas. Si ganan, los ciudadanos de California serán dejados a su juicio sobre las posibilidades de que dichas bebidas puedan o no causar algún problema de salud.
El estado de California incluye a la acrilamida, un subproducto del proceso de cocción conocido como "reacción de Maillard", entre los químicos que se sabe producen cáncer o toxicidad reproductiva. La acrilamida ha estado en esta lista desde enero de 1990, aunque los científicos no descubrieron la presencia del químico en preparaciones alimenticias hasta 2002, cuando la Administración Nacional de Alimentación de Suecia reportó acerca del tema. La acrilamida también se puede encontrar en las papas fritas, los chips de papa, el pan y otros productos en grano.
Ocho años después del reporte sueco, el Consejo de Educación e Investigación sobre Tóxicos, inició una queja civil contra diversas cadenas cafeteras como Starbuks y Peet´s Coffee, por lo que consideró violaciones del Acta de Cumplimiento de Seguridad del Consumo de Agua y Tóxicos, también conocido como Proposición 65. La ley, aprobada por votación en 1986, ordena a las empresas con diez o más empleados en California a proveer advertencias claras antes de exponer a los clientes a cualquier químico que se encuentre en la lista de carcinógenos conocidos.
La demanda solicita que estos negocios y similares comiencen a publicar avisos que adviertan a los consumidores sobre los peligros potenciales de la acrilamida, así como que paguen multas de hasta US$ 2,500 por persona por cada vez que una de ellas fue expuesta al químico desde el 2002 en dichos comercios. Las multas podrían alcanzar así una suma astronómica.
Algunas de estas empresas han preferido conciliar y llegar a acuerdos, de acuerdo a los reportes. Pero Starbucks y otras de las mayores cadenas del rubro se mantienen cerradas en la batalla legal. Si bien Starbucks se ha negado a declarar sobre el particular, se ha remitido a las declaraciones de la Asociación Nacional del Café de Estados Unidos. El presidente del grupo, William Murray, desarrolló este argumento:
"El café ha demostrado, una y otra vez, ser una bebida saludable. La Guía Dietética del Gobierno de EE.UU. sostiene que el café puede ser parte de un estilo de vida saludable. La denuncia legal simplemente busca confundir a los consumidores, y tiene el potencial de llevar al ridículo [la Proposición] 65 sobre alerta cancerígena en tiempos cuando el público necesita información clara y precisa acerca de la salud".
Si bien la Proposición 65 ha sido un éxito en su objetivo de proteger a los californianos de las potenciales sustancias tóxicas, numerosos reportes económicos señalan que también se le usa –gracias a su lista de cientos de sustancias sospechadas de ser carcinógenas- para que los abogados amedrenten a las empresas y los obliguen a buscar conciliaciones.
De hecho, de acuerdo al medio USA Today, la firma legal que representa a los demandantes en el caso del café, también representa a organismos sin fines de lucro en otra queja contra los fabricantes de chips de papas. Al igual que el café caliente extraído de granos, los chips hechos con papas fritas contienen acrilamida. Según USA Today, en 2008, el Metzger Law Group, acordó con los productores de chips de papas un arreglo por US$ 3 millones y la remoción de la acrilamida de sus productos.
En la queja contra los comercios de café, los denunciantes arguyen que incluso una ingesta de 12 onzas de café caliente "contiene aproximadamente 10 veces más acrilamida que el límite establecido por el parámetro de Sin Nivel Significativo de Riesgo para la acrilamida de la Oficina de California para la Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental".
Por su parte, los acusados han resaltado en la corte que el café debe incluirse en las excepciones a la Proposición 65 sobre químicos que concurren naturalmente durante el proceso de cocción. También refieren muchos de los beneficios del café para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades del hígado y diabetes Tipo 2, sin dejar de lado la reducción de riesgo de padecimiento de Alzheimer y cáncer de próstata.
La evidencia científica que vincula a la acrilamida con el cáncer en humanos es escasa. De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer, los estudios han encontrado que la acrilamida incrementa el riesgo de cáncer en ratas y ratones cuando el químico es colocado en el agua bebible de los animales en dosis "1,000 a 10,000 veces más altas que los niveles a los que la gente puede estar expuesta en alimentos". La entidad no sabe aún cómo esos resultados se pueden trasladar a humanos, pero sugieren limitar la ingesta de acrilamida.
En relación a los estudios con seres humanos, la Sociedad Americana del Cáncer señala que "la mayoría de reportes hachos hasta ahora no han encontrado incremento del riesgo de cáncer en humanos. Para algunos tipos de cáncer, como riñón, endometrio y ovarios, los resultados han sido mixtos, pero no hay un tipo de cáncer relacionado directamente con la ingesta de acrilamida".
La Administración de Alimentos y Drogas apunta que la acrilamida es un "tema de salud que les preocupa", pero no llega a recomendar que la gente deje de consumir alimentos que contengan el químico. La agencia continúa estudiándolo.
Ambas partes en este juicio se reunirán para una mediación privada a fines de este mes, de acuerdo a CNN. Sin embargo, si no pueden llegar a un acuerdo, la decisión recaerá en el juez a cargo del caso, Elihu M. Berle, quien sería la persona que decida si las tazas de café en California empezarán a llevar una advertencia sobre el cáncer.
Fuente: agraria.pe
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