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Foto: freshfruit.pe |
El banano es uno de los frutos más importantes en el comercio agrícola internacional. Se estima que la exportación de este producto supera los US$ 5,000 millones anuales, siendo África y Latinoamérica las principales regiones productoras del mundo. A pesar de su envergadura, se ha registrado una caída notable en la demanda mundial en los últimos años.
La producción peruana retrocedió debido a la salida de diversos inversionistas a lo largo de los últimos tres años. Esto se dio por la gran caída de la rentabilidad en el cultivo. En el 2019, se reportaba cerca de 163,000 hectáreas sembradas, pero al finalizar el 2022 se estimaba que los cultivos habían retrocedido a menos de 161,000 hectáreas.
En el 2022, los envíos de banano sumaron 176,591 toneladas por un valor de US$ 136 millones. Esto significó una caída del 18% en volumen y 10% en el precio con respecto al año anterior. Con ello, ya suman cuatro años consecutivos de caída en las exportaciones de este producto.
Con respecto al coste, la reducción de la oferta peruana mejoró el precio obtenido, el cual alcanzó en promedio US$ 0.77 por kilogramo, 9% mayor al obtenido en el 2021.
Cerca del 90% de los envíos de banano peruano fueron orgánicos y, en teoría, tuvieron una valoración extra al producto regular. Sin embargo, en el banano esta modalidad de cultivo no ha demostrado ser competitivo contra ofertas que priorizan el volumen o la calidad.
Evolución del Banano
El banano peruano vivió un buen periodo entre el 2015 y el 2018, con un crecimiento promedio de 9% anual en valor. Fue precisamente en este tiempo que el Perú se posicionó como uno de los grandes proveedores mundiales, con más de 227,150 toneladas exportadas por un valor de US$ 166 millones en el 2018.
Para el 2019, esta racha de crecimiento se detuvo. Las exportaciones del producto alcanzaron las 222,669 toneladas por un valor de US$ 158 millones, 2% menor en volumen y 5% menor en valor. El precio sufrió una caída a US$ 0.71 por kilogramo, 3% menos que en el 2018. En aquel año, el clima de Piura (principal zona de producción del país) experimentó temperaturas mínimas históricas que afectaron el volumen y la calidad de la producción, lo que explicó el menor precio.
En el 2020, la exportación del banano se complicó aún más. La gran crisis logística que acompañó a la pandemia afectó gravemente al fruto. Un producto de relativo bajo valor unitario perdió aún más rentabilidad en destinos lejanos como Europa o Asia. Además, la mano de obra en la cosecha se vio limitada por la cuarentena. Con ello, los envíos de banano se redujeron a 217,454 toneladas por un valor de US$ 155 millones, 2% menor en volumen y en valor con respecto al año previo.
En el 2021, la situación no mejoró y se adicionó un aumento en la oferta por parte de los competidores de otros continentes, como Turquía y Vietnam, que aprovecharon los altos costos logísticos para desplazar a la oferta latinoamericana de Asia y Europa. En dicho año las exportaciones peruanas sumaron 215,824 toneladas por US$ 152 millones, 1% menos en volumen y 2% menos en valor que el periodo anterior.
Para el 2022, los factores anteriores siguieron vigentes.
El incremento de los costos de transporte marítimo afectó gravemente la rentabilidad del banano en la mayor parte del año. Dado su bajo precio por kilogramo, no es una opción a priorizar en comparación con la uva o el arándano, que permiten obtener más del doble de precio por kilogramo de fruta. Además, la escases de contenedores y la congestión en los puertos hizo necesario aumentar el expendio en la conservación, lo cual produjo que los gastos de transporte llegaran a representar el 91% de la estructura de costos de los bananeros.
Debido a este fenómeno, los mayores consumidores de Asia y Europa han optado por priorizar los envíos de regiones más cercanas y de mayores volúmenes. Con ello, la región latinoamericana ha sido la mayor perjudicada.
Ante los altos precios de envío y menor demanda debido a la inflación internacional, la oferta de la región se ajustó a la baja. Países como Filipinas y Costa de Marfil encontraron mayores espacios para incrementar su oferta. Por ejemplo, Filipinas se ha visto en la capacidad de aumentar su presencia en Asia y Europa en más de 7%.
Este fenómeno no ha perjudicado solamente al Perú. Ecuador, líder mundial con más del 25% de participación, se encontró con las mismas dificultades. Sin embargo, el vecino país debido a que posee mejores precios, ha sabido enfrentar mejor la competencia en Europa que el Perú. Además, el país estuvo en la capacidad de redireccionar sus envíos a Rusia, lo cual le permitió palear la difícil situación en el resto del continente europeo.
Con respecto a Norteamérica, en esta región también se generaron espacios que fueron rápidamente ocupados por la producción mexicana. Solo en el 2022, las exportaciones de México a los Estados Unidos y Canadá crecieron cerca del 11%. A pesar de ello, los precios obtenidos en esta región aumentaron debido a que la demanda no estuvo completamente satisfecha.
Principales Destinos
En el año 2022, los principales destinos del banano peruano fueron los Países Bajos (27% de participación), los Estado Unidos (22%) y Panamá (18%).
Las exportaciones hacia los Países Bajos sumaron 50,742 toneladas por US$ 36 millones, 21% menor en volumen y 20% menos en valor en comparación al año pasado. En este mercado, el precio promedio fue de US$ 0.71 por kilogramo, prácticamente el mismo coste del año anterior.
En cuanto a los envíos hacia los Estados Unidos, estos alcanzaron las 30,527 toneladas por US$ 30 millones, 38% menos en volumen y 8% menor en valor respecto al periodo previo. El precio promedio que se pagó en este destino fue de US$ 0.99 por kilogramo, 48% mayor al 2021.
Finalmente, los envíos hacia Panamá sumaron 37,516 toneladas por US$ 24 millones, 4% menor en volumen y 5% menos en valor. El precio que se pagó en esta plaza fue US$ 0.65 por kilogramo, 1% por debajo del periodo anterior.
Fuente: freshfruit.pe
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