España: El kiwiberry, una alternativa ante la crisis del arándano

Algunos productores auguraban la crisis del arándano y apostaron a tiempo por la diversificación. En el sector de los berries, el kiwiberry surge como una alternativa atractiva. Muy popular y reconocido en Asia, actualmente conquista al consumidor europeo. Cómodo y fácil de comer, no se pela, de piel fina y características organolépticas ideales, es más dulce que el kiwi.

“En agricultura es importante prevenir y diversificar antes de la caída de mercado. Es lo que ocurrió con la fresa y actualmente el arándano”, explica Francisco Barros, copropietario de Fran&Lolo.
“Ser pioneros es complicado: hay que convencer al consumidor de que tu fruta es buena. En Asia el kiwiberry es muy popular, pero en los mercados occidentales aún se desconoce. Otros mercados desean importar berries españoles sin estar preparados, como Dubái: con potente demanda, su logística impide recibir la mercancía en condiciones. Son productos delicados y la cadena de frío no puede romperse”, apunta Francisco Barroso.


La firma onubense, pionera en el cultivo de frambuesa hace 25 años y luego con el arándano, ya lleva 3 años cultivando 2,5 hectáreas de kiwiberry. Especializada en los berries ecológicos, la empresa produce 600.000 kilos de fruta ecológica y 400.000 de convencional a través de Frutas Santa Isabel.


“Estamos realizando estudios en campo de ensayo”, comenta su hermano Manuel Barroso, copropietario y técnico agrícola. “Actualmente cultivamos variedades autofértiles (Issai, Red, bo). La variedad Issai tiene menos calibre, pero es muy dulce y aguanta en el árbol. La recolectamos con 5 grados Brix y alcanza los 12-13 en cámara. Ahora buscamos variedades que precisen polinizadores y más tempranas que la Issai para aprovechar el hueco de mercado de los grandes productores, mayoritariamente de Oceanía. En Huelva podemos empezar la recolección de los kiwiberries en agosto en lugar de setiembre-octubre. Este campaña prevemos unos 25.000 kilos de kiwiberry. Ahora está en fase de engorde y se presenta bien. Esperamos aumentar superficie en un futuro próximo", prosigue Francisco Barroso.


"Con mallas de sombreo, protectoras del viento, y riego a demanda en sustrato, creamos un microclima: el calor es nefasto para el kiwiberry, que se deshidrata. También contamos con nuestra propia planta de tratamiento de aguas y participamos en el Proyecto para el Fomento de la Eficiencia en el Riego (Ferdoñana)”, explica Francisco Barroso.


De acuerdo con el productor, escalonar campañas permite un abastecimiento regular del mercado y mantener trabajadores cualificados a lo largo del año. “La mano de obra cualificada supone un coste elevado. Limpiamos de vegetación la zona próxima al suelo para que el kiwiberry cuelgue, facilitando su crecimiento y recolección. La cosecha se hace de pie y debe ser cuidadosa: cualquier roce deja el producto inapto a la comercialización”, dice Francisco.


Sus clientes, compradores de arándanos, son potenciales consumidores de kiwiberry: Reino Unido, Italia, Francia, Países Bajos, Polonia, Hungría, etc. “Este fruto es una alternativa innovadora atractiva para los mercados centroeuropeos”.

Fuente: freshplaza.es