El director principal de Calificación Soberana para América Latina de Fitch Ratings, Erich Arispe, también aseguró que la calificación de deuda de Perú no está en riesgo en el actual contexto de crisis de las deudas de Estados Unidos y de varios países de Europa.
Manifestó que si bien las circunstancias son volátiles a nivel global, se observan fortalezas en Perú, con una situación fiscal positiva e incluso con una posibilidad de tener superávit fiscal este año.
La agencia Standard & Poor’s rebajó el viernes pasado la calificación de Estados Unidos de AAA a AA+, lo que provocó bruscos altibajos en los mercados financieros globales, mientras que Fitch Ratings ratificó la calificación de Perú en BBB+ el 27 de julio último.
“De esta manera, se ha aumentado la flexibilidad de la política fiscal de Perú para responder a cualquier eventualidad en el contexto externo pues no sólo se ha reducido la deuda y el déficit fiscal, sino que se ha incrementado el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF)”, resaltó.
El FEF se sitúa actualmente en 6,000 millones de dólares y son recursos que pueden ser utilizados en el marco de una política contracíclica.
Arispe destacó que en el sector externo Perú ha logrado un aumento significativo de sus reservas internacionales netas (RIN), superiores a 47,000 millones de dólares.
Esto es importante en el actual contexto de dependencia de los precios de los commodities, los cuales están volátiles, y la todavía alta dolarización del país pues, dado el caso, son útiles para mantener estable al mercado cambiario local, indicó.
“Para nosotros es clave la estabilidad macroeconómica y que se mantenga la responsabilidad fiscal, y los criterios se están cumpliendo en Perú”, subrayó.
Consideró que un balance adecuado entre variables fiscales y externas, otorgan a Perú la posibilidad de resistir choques externos y responder a cualquier eventualidad internacional.
“Perú tiene los colchones y las defensas para afrontar un shock externo, aunque obviamente un deterioro en los términos de intercambio del país podría afectar el importante crecimiento que registra”, sostuvo.
Recordó que Perú ya tiene un año y dos meses con la actual calificación, se la otorgó en junio del 2010, y generalmente ésta puede cambiarse de nuevo luego de 18 a 24 meses de haberse modificado una calificación crediticia.
Refirió que la calificación de Perú podría mejorarse o ubicarse en perspectiva estable, lo que dependerá de que junto a las prioridades del gobierno, éste mantenga la estabilidad macroeconómica y las perspectivas favorables de inversión en el país.
Fuente: Andina
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