![]() |
Foto: freshplaza.es |
Las paltas son famosas por tener un periodo de consumo frustrantemente corto. Están duros como piedras un tiempo y, en cuanto intentas comerte uno, ya se han convertido en papilla marrón.
Unos investigadores están tratando de cambiar esto analizando mejor los genes de la fruta. Hacer un análisis del transcriptoma del aguacate, que representa una pequeña porción del código genético que se transcribe a las moléculas de ARN, podría ayudar a los investigadores a manipular la firmeza de la fruta y el ritmo de maduración, según https://www.purdue.edu.
Michael Gribskov, profesor de ciencias biológicas en la Universidad Purdue, acaba de recibir una beca Fulbright Scholar para investigar en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. Gribskov estudiará los genes de varios cultivos colombianos con importancia económica, entre ellos el aguacate, el cacao y el arroz, para mejorar las variedades, aumentar la producción y, potencialmente, elevar las oportunidades de exportación.
"Con la genómica y la transcriptómica, estudiamos cómo los genes de un organismo se activan y desactivan en respuesta a diferentes cosas. En el caso de los aguacates, queremos saber cómo los genes se activan y desactivan durante la maduración de la fruta", explica Gribskov. "La esperanza es poder usar esta investigación para desarrollar nuevas variedades de fruta que puedan tener diferentes aplicaciones comerciales".
En torno al 80 por ciento de los aguacates que consumen los estadounidenses son importados y el resto procede principalmente de California. Los aguacates son la segunda mayor fruta de exportación de México a Estados Unidos, solo por detrás del tomate. Pero mientras Estados Unidos y México resuelven sus desacuerdos comerciales, otros países identifican la oportunidad.
Artículo completo aquí.
Fuente: freshplaza.es|purdue.edu
Calificar este artículo