El perfil del nuevo consumidor de frutas y hortalizas

El perfil del nuevo consumidor de frutas y hortalizas ha obligado a diversificar el catálogo de productos frescos para satisfacer las nuevas preferencias, que se agrupan en torno al estilo de vida y las convicciones personales.

Las estadísticas demuestran que los hogares han disminuido el número de miembros por familia y ha aumentado los formados por una sola persona. También es más habitual que trabajen todos o casi todos los miembros de la unidad familiar, así como que estos orienten sus preferencias hacia estilos de vida más saludables e implicados en la mejor conservación del medio ambiente. Estos valores, sumados a las singularidades geográficas y las innovaciones del mercado, son los más aceptados a la hora de segmentar con efectividad y dirigirse al tipo de consumidor potencial de cada producto.

La calidad, sin embargo, continúa siendo un factor determinante en el momento de definir el perfil del consumidor. La gran mayoría de las grandes marcas cuenta con una oferta premium para atender la demanda de aquellos dispuestos a asumir un mayor precio al adquirir frutas y hortalizas. Por ello, a lo largo de los últimos años han proliferado un sinfín de investigaciones y desarrollos centrados en aumentar la vida útil y las cualidades organolépticas hasta que la mercancía llega al final de la cadena de distribución. Asimismo, ha mejorado el proceso de elaboración y el packaging en sintonía con la exclusividad del producto. En este grupo se engloba a personas con un medio alto poder adquisitivo, que, además de buscar calidad, se asocian con los valores de la marca.

Hay un grupo de consumidores de productos hortofrutícolas que ha crecido exponencialmente bajo la nueva tendencia de seguir un estilo de vida saludable. Este público se preocupa por estar informado sobre la composición y el valor nutricional que contienen los alimentos que van a ingerir. De igual modo, se sirve de las redes sociales y de plataformas en internet para descubrir o compartir sus experiencias –positivas y negativas– con otros usuarios. De esta manera, las marcas optan por incluir una explicación directa de los beneficios que aporta el producto y una comunicación que influya en el momento de la compra. En general, el perfil del consumidor healthy está formado por asiduos al deporte y la buena alimentación a partir de los 30 años, con cierta actividad en las redes sociales.

En esta categoría se pueden integrar ensaladas preparadas, dúos vegetales, fruta cortada o alimentos ready-to-eat, entre otras muchas referencias. La característica de este tipo de productos es que, al tiempo de ser saludables, también ofrecen al consumidor agilidad y comodidad a la hora de su consumo. De acuerdo con ello, se les considera artículos de conveniencia, debido a que están preparados para la ingesta en cualquier momento y lugar. Ahorrar tiempo o la tranquilidad de tener alternativas en caso de urgencia son algunas de las razones que derivan en su adquisición. El grupo está formado por los consumidores en edad de trabajar, es decir, desde el tramo millennial hasta el sénior.

Por último, ha crecido la demanda de productos que han sido obtenidos y tratados sin el empleo de sustancias químicas a lo largo de su proceso de elaboración. Este público es consciente de que los llamados alimentos eco o bío ayudan a cuidar el medio ambiente, a la par que favorecen la adopción de una producción responsable y sostenible. Sin embargo, las causas que resultan de esta decisión de compra no difieren tanto del resto, puesto que el consumidor de frutas y hortalizas ecológicas también se mueve por la calidad, así como por seguir una dieta acorde a las pautas marcas por especialistas en salud.

Fuente: freshplaza.es|ifema.es