Las calabazas son cosa del pasado, ahora lo que se lleva son las piñas. La moda de crear faroles de piña es el último paso en la ascensión de las bromeliáceas desde las humildes ensaladas de fruta hasta convertirse prácticamente en el último grito.
En la London Fashion Week pudieron verse suéteres de piña (y conjuntos de piña), los accesorios con forma de piña son cada vez más habituales, las bebidas de piña están en boga y ahora tallar piñas es, al parecer, un pasatiempo aceptable para los adultos.
El procedimiento es prácticamente el mismo que con las calabazas. Hay que cortar la parte de arriba, vaciarla, tallar unos ojos y una boca triangulares (como mínimo) y colocar dentro una vela.
Al final tendremos las manos pegajosas, pero el aroma es más dulce y es muchísimo más fácil usar la pulpa de una piña que la carne con semillas y fibrosa de una calabaza de supermercado.
Fuente: Freshplaza.es
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