Richard Webb: La clave del desarrollo es la innovación, no los subsidios

Cuando el Gobierno Nacional tiene que buscar alternativas eficientes para llevar desarrollo al campo, cualquiera puede pensar que es vía subsidios como puede estimular la producción en las zonas más alejadas.

Pero resulta que no es así, por lo menos esa es la tesis con la que el expresidente del Banco Central de Perú, Richard Webb Duarte, le explicó a EL COLOMBIANO durante el reciente Congreso Nacional de Asocajas, celebrado en Cartagena.

La dispersión que existe en el campo, con grandes distancias entre fincas, hace que no haya eficiencia a la hora de pensar en una mayor producción en zonas alejadas.

Podría creerse que ni siquiera se les podría hablar de innovación o valor agregado pero resulta que la realidad es otra.

Webb Duarte dirigió una investigación de campo que tardó tres años en la provincia de Chumbivilcas, en el Cuzco peruano, donde la mayor sorpresa fue que encontró desarrollo productivo en zonas donde no llega el Estado y se creían totalmente atrasadas.

“La misma gente aprendió a innovar en su fundo, con nuevas técnicas, con procesos prácticos y sin necesidad de recursos del gobierno”, destacó el economista.

En su libro ‘Conexión y despegue rural’, condensó esta novedad que para muchos es una grata sorpresa y se la comparte a Colombia porque seguramente pasará lo mismo.

“La posibilidad de movilización rural hace que el crecimiento en la productividad agrícola sea mayor, entendido como el mejoramiento de vías terciarias, o la conexión a la telefonía móvil, sirve mucho más que una ayuda estatal directa vía subsidio”, aclara el investigador.

Realidad de su país

En Perú existen dos mundos distintos en materia agrícola. Uno más desarrollado que está cerca a la costa y donde se habla de control biológico de pestes, riegos de última generación traídos de Israel, alta exportación y el otro, el que existe en la sierra donde no exportan y están aislados.

Justamente ahí, en ese mundo escondido, se presentó la segunda revolución agrícola peruana, produciendo mejor para abastecer el mercado nacional.

“No es que el Gobierno haya entrado con grandes créditos o subsidios. Sí ha habido ayuda en materia de bienestar, pero eso no explica el desarrollo productivo en esas zonas”.

De hecho el ingreso de las familias en esas zonas durante los últimos 20 años, crece anualmente al siete por ciento, algo que se ha vuelto exponencial.

Mientras que el ingreso en el agro industrial peruano, el que está cerca a la costa y que exporta, crece al 2 por ciento.

“Esta es su mejor carta de presentación, algo que Colombia puede hacer ahora que quiere llevar una política de desarrollo rural fuerte de cara a lo que será el posconflicto. Son los mismos productores de zonas lejanas los que pueden hacer innovaciones prácticas y mejorar su productividad, añadió Webb Duarte.

Además, ellos mismos llevan sus productos a los mercados y no dependen de la intermediación como ocurre en Colombia.

Para Colombia

Cabe recordar que la semana pasada se efectuó en Medellín el II Gabinete Binacional Colombia–Perú, donde los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Perú, Ollanta Humala, ratificaron el apoyo a las políticas colombianas de fortalecimiento del agro y el desarrollo rural en el posconflicto; así mismo, se acordó un plan de trabajo de admisibilidad fito y zoosanitaria de productos priorizados por cada país.

Acordaron agilizar los procesos de admisibilidad para facilitar el comercio de 17 productos agropecuarios.

De acuerdo con el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, Aurelio Iragorri Valencia, “buscamos la forma de agilizar esos procesos, así que definimos que en máximo seis meses habremos concluido la admisibilidad mutua de 11 productos priorizados que quiere Perú y seis que desea Colombia”.

Las oportunidades de exportación colombiana están en piña, carne de pollo, carne de cerdo, porcinos vivos, aguacate y semillas de maíz.

Por su parte, Perú desea acceso para palta, toronja, arándanos, granadilla, lúcuma, Capsicum (ajíes, chiles o pimientos) maíz morado, y semillas de cedro rosado, chía, canavalia y marigold.

Estos convenios también pueden ayudar a la transferencia de conocimiento que viene de esas zonas recónditas peruanas, que también aumentan la productividad sin necesidad de que “papá Estado” tenga que intervenir con ayuda en dinero.

Fuente: elcolombiano.com | En Freshplaza.es