Foto: andina.pe |
En 2021, las paltas ocuparon un lugar destacado en el crecimiento del consumo per cápita entre las frutas. El consumo de palta en Estados Unidos era de cerca de 1,8 kg por persona en 2010, y en 2018 se duplicó con creces hasta alcanzar casi 3,8 kg. Para 2016, el consumo de palta superaba los 5 kg por persona al año. En Europa, Francia fue el país que más aguacates consumió en 2020, con unas 144.000 toneladas. España, Alemania y el Reino Unido consumieron más de 100.000 toneladas de la palta en el mismo año.
Sin embargo, la huella de carbono de la exportación de aguacates a EE. UU. y Europa es el doble que la de las bananas. El establecimiento de plantaciones dedicadas a satisfacer la demanda de exportación provoca la deforestación, incluida la quema de árboles y la destrucción de hábitats naturales. Esto hace que estas frutas tan demandadas, cultivadas principalmente en Sudamérica y Centroamérica, se encuentren entre los cultivos menos respetuosos con el medio ambiente.
En países con condiciones semiáridas como España e Israel, el riego por goteo, la fertirrigación y la protección contra las heladas están cambiando dónde y cómo se cultivan los aguacates y se exportan a Europa. Empresas como Netafim están trabajando para incorporar nuevas plantaciones de aguacates en Turquía, Marruecos, Córcega y Sicilia para producir este cultivo mediante el riego continuo y la fertirrigación, mejorando el tamaño y el peso de la fruta y reduciendo el uso de productos químicos necesarios para su cultivo.
Según Danny Stern, agrónomo del Departamento de Agronomía de Cultivos Tropicales y Subtropicales de Netafim, el riego continuo permite duplicar, como mínimo, el rendimiento de los aguacates, incluso cuando no llueve durante 11 meses al año.
Fuente: freshplaza.es
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