El pasado 11 de noviembre, en el Congreso español, se presentó una proposición de carácter reglamentario pidiendo al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) para analizar el tema del etiquetado de la miel, exigiendo que se muestre claramente el origen del producto envasado.Según datos del Magrama, en España existen 24.755 explotaciones apícolas que totalizan 2.461.965 colmenas, el registro más grande de la Unión Europea. El 19,1% son apicultores profesionales (poseen más de 150 colmenas) y explotan más del 80% del registro total de colmenas, produciendo 34.000 toneladas con un valor aproximado de 62 millones de euros, lo que sitúa a España como primer productor de la Unión Europea y el doceavo del mundo.El balance comercial de la miel española presenta cifras positivas en términos económicos, con exportaciones que superan en un 65% las importaciones. Pero, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), se importan más de 22.000 toneladas de miel de las que más del 65% proceden de China, por lo que pudieran estar dándose situaciones de competencia desleal entre los productores europeos y los de países terceros. Asimismo, se pueden estar vulnerando los derechos de los consumidores de conocer las condiciones de producción y la calidad de los productos que consumen.El sector apícola de la COAG, junto con las organizaciones de consumidores de la Confederación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios (CECU) y la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), iniciaron en Madrid una campaña reivindicativa para reclamar al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que sea obligatorio detallar el país de origen en el etiquetado de la miel, tal y como se hace en Italia, desde 2006. Bajo el lema: “Tienes derecho a conocer el país de origen de la miel, exige transparencia en la etiqueta”, apicultores de distintas comunidades autónomas esperan recibir el apoyo de los ciudadanos a esta petición.COAG lleva años denunciando la falta de transparencia que posibilita la aplicación de la Directiva 2001/110/CE de la Miel en España, ahora modificada por la Directiva 2014/63/UE, ya que permite a los operadores etiquetar mieles de fuera de la UE como “mezcla de mieles UE-no UE” sin indicar los países en los que las mieles fueron recolectadas, o etiquetar como “mezcla de mieles no UE” sin indicar si la miel comercializada proviene de China o de cualquier otro país de fuera de la UE. Esta norma va en contra de lo establecido en la normativa comunitaria en materia de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios ya que las leyendas admitidas por la Directiva inducen a confusión a los consumidores. Aunque quisiera, un consumidor sería incapaz de identificar el origen de la miel que adquiere.Fuentes: Agronews Castilla y León –El PSOE presenta en el Congreso una Proposición No de Ley pidiendo el etiquetado correcto del origen de la miel


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