Hay gente que trata el tema a manera de propuesta novedosa, como si en la práctica los negocios agroalimentarios de Colombia y Perú no tuvieran nada que ver el uno con el otro. Sin embargo, no se percatan de que la asociación entre colombianos y peruanos constituye un proceso que ya lleva varios años, y que conforme transcurre el tiempo, el proceso se consolida cada vez más.

La propuesta entonces, más que establecer una asociación existente, debería ser la de fortalecerla y hacerla más productiva. Y eso es precisamente lo que viene ocurriendo en los encuentros entre empresarios y autoridades peruanas y colombianas que se suceden frecuentemente y alternadamente en ambos países.

Si no, cómo explicar el encuentro que tuvimos el a fines de octubre pasado en Bogotá, dentro del marco del XXXV Congreso Agrario Nacional organizado por la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), donde discutimos la situación del sector agroalimentario peruano y las oportunidades de negocio e inversión para los empresarios colombianos en el Perú.

Por otro lado, no es casual que la participación colombiana en los Simposios Internacionales de la Uva de Mesa y de la Palta que todos años se realizan en el Perú sea numerosa; tanto como expositores de tecnología y conocimientos, como en exhibiciones de proveedores de maquinaria, materiales y servicios para la agricultura.

Ahora bien, aclarada la existencia de la asociación binacional en diversos ámbitos del quehacer agroalimentario de ambos países, queda la interrogante: ¿cómo fortalecerla, y cómo hacerla más productiva?

A es respecto yo diría que ambos países – Colombia y Perú – compartimos las mismas ideas y estrategias de desarrollo, lo cual facilita mucho la interacción financiera y comercial entre nosotros; y – más aún – nuestros Presidentes personifican de manera auténtica y personal la gran amistad que sentimos entre nosotros: colombianos y peruanos, todo lo cual facilita mucho el reforzamiento de los lazos de amistad, cooperación y comercio entre nuestros pueblos.

Ciertamente, la coyuntura política es ideal para unirnos y apoyarnos mutuamente, y propiciar las inversiones conjuntas en el sector agroalimentario de nuestros países. Y en el caso del Perú las oportunidades de negocio son muy grandes. Me refiero al negocio de las frutas como uvas, paltas, mangos, cítricos, bananos, etc. y hortalizas como espárragos, pimientos, alcachofas, cebollas, etc.

Institucionalmente, las oportunidades de colaboración son también muy promisorias. Por ejemplo, en el tema fitosanitario el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria) del Perú tiene mucho que ofrecer en la materia; y lo mismo veo por el lado de las universidades e instituciones de investigación colombianas, que bien podrían jugar un rol gravitante en todo lo que a transferencia de tecnología y conocimientos se refiere.

Reforcemos también la comercialización conjunta de nuestros productos agroalimentarios de exportación, sobretodo en aquellos mercados emergentes como los del Asia, Europa de Este y la propia Latinoamérica, a donde cada vez resulta más sencillo llegar a través de los grandes minoristas internacionales, donde Perú tiene las puertas abiertas.

Termino diciendo que así está el ambiente; ideal para que colombianos y peruanos fortalezcamos y hagamos más productiva nuestra asociación que ya lleva algunos años de fructífera existencia.

Publicado en: Tierra Fértil, Año VIII, N°35 (Noviembre, 2009)

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