El manejo integrado de plagas en la agroindustria es unas de las claves que asegura la inocuidad de los alimentos producidos y procesados. Según Mauricio Rubín de Celis, gerente general de Insecticidas y Rodenticidas del Perú, tanto empresas extranjeras como locales privilegian a los proveedores que demuestran, a través de certificaciones, homologaciones y auditorías el cumplimiento de normas básicas de seguridad alimentaria. Recuerde que la buena conducta de los trabajadores es crucial para mantener a las plagas bastante lejanas.
1. Manejo integrado de plagas
Consiste en una serie de acciones y esfuerzos que controlan o eliminan una plaga –de insectos o de roedores– que puede poner en riesgo la inocuidad de productos almacenados en ambientes cerrados de procesadoras de alimentos, fábricas, envasadoras, etc. El objetivo es cumplir los estándares de buenas prácticas de manufactura (BPM) y de seguridad alimentaria.
Con la asesoría de alguna empresa especializada en el manejo integrado de plagas, se debe armar un programa que incluya acciones de desinsectación (eliminación de insectos), desratización (control de poblaciones de roedores sinantrópicos o que viven cerca del hombre) y desinfección (disminución de carga bacteriana a niveles que no signifiquen un riesgo para la salud).
2. Cuatro acciones básicas
La empresa debe plantear cuatro acciones para lograr un adecuado control de plagas en su centro de producción.
La primera es la exclusión. Significa implementar barreras físicas que impidan el ingreso de las plagas a una instalación.
La segunda acción, saneamiento, consiste en no tener fuentes de agua, alimento y refugio que contribuya a la proliferación de insectos o roedores.
La tercera es hacer una modificación de conductas de riesgo, orientadas a cambiar hábitos, prácticas y conductas humanas, tanto de los colaboradores como de los visitantes.
Finalmente, se debe hacer un control químico y físico con el uso de plaguicidas y jaulas o trampas eficientes.
3. Análisis de fallas en la infraestructura
El primer paso que debe dar una empresa agroindustrial (grande, mediana o pequeña) es identificar las fallas en la infraestructura, es decir, en las instalaciones donde se procesan y almacenan los productos. Por ejemplo, los agujeros en las paredes, los espacios entre el piso y las puertas, las ventanas sin mallas, las cortinas de aire mal calibradas, las puertas sin cortinas de aire, las cortinas de PVC deterioradas, las rendijas entre el techo y las paredes, etc. Estas fallas se convierten en rutas de acceso para las plagas, ya sea de insectos, vectores o roedores. Los vectores son insectos o roedores capaces de transmitir una enfermedad al hombre.
4. Eliminación de fuentes de alimento y lugares de refugio
Es importante identificar las fuentes de agua y alimentos que posibilitan que las plagas puedan sobrevivir en determinadas instalaciones. Además se debe identificar y eliminar los lugares de refugio para los insectos o roedores. De esta manera se logrará tener unas instalaciones más protegidas, seguras y que no faciliten la colonización de plagas.
5. Identificación de plagas
Hay que identificar la presencia de plagas dentro de la instalación, ya sea de insectos, roedores, hongos, algas o bacterias.
En las plantas se debe hacer capturas de estos animales para identificar las especies de plagas a las que nos enfrentamos. La identificación taxonómica se hace con claves de identificación dicotómicas (en presencia y en ausencia de estructuras morfológicas) o con claves pictóricas (ilustraciones). Las acciones de control son específicas para cada tipo de plaga. Una vez determinada la plaga existente, se debe articular un programa que incluya las cuatro acciones explicadas en el punto dos.
6. Identificación de conductas de riesgo
Identifique las conductas humanas de riesgo que condicionan o favorecen la presencia de plagas en la instalación que se busca proteger. Luego debe implementar una estrategia de comunicación para el cambio de dichas conductas. Observe si en su planta sus trabajadores dejan restos de comida en las oficinas, almacenes y otras áreas. Algunos colaboradores no mantienen las puertas cerradas al ingresar a una instalación, y en otros casos, la disposición de los residuos sólidos (basura) no se hace de manera correcta.
Fuente: El Comercio
