El agro moderno está creciendo aceleradamente, sobre todo en la costa. Nuestras exportaciones frutícolas se dispararon el año pasado. Los mercados internacionales –en términos generales– nos han favorecido con buenos precios.

Sin embargo, los costos están subiendo y la mano de obra es cada vez más escasa y cara. Por el lado de la eficiencia, no se ven mayores progresos, y no le estamos prestando mucha atención a la calidad de nuestros productos. Si queremos seguir creciendo y compitiendo con éxito en el mercado mundial de frutas y hortalizas, debemos abocarnos a aumentar la productividad de nuestros campos, a mejorar la calidad de nuestras frutas y a mecanizar y automatizar nuestras operaciones para mejorar la eficiencia de nuestras empresas. Esto, que es fácil decirlo, es muy difícil de hacer. Producir más y mejor… con menos: ese es el gran desafío del agro.

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