Las autoridades sanitarias de Panamá anunciaron que fueron obligados a devolver al Perú un cargamento de papas, las cuales estaban destinadas para un programa gubernamental de venta de alimentos baratos denominado "Compita", creado para enfrentar el encarecimiento de la canasta básica alimentaria.

Los 28,150 kilos de papas se encontraban seriamente contaminados con una plaga, informaron de la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (AUPSA).


Autoridades panameñas aseguraron que los tubérculos llegaron con una plaga conocida como “gusano blanco” el cual no había sido detectado en las plantaciones locales, lo que generaba un grave riesgo pues la plaga es altamente adaptable y agresiva al vivir dentro de la papa.

Según Luis Destefano, científico miembro de Asociación para el Desarrollo de la Biotecnología, PeruBiotec, el gusano blanco de la papa, también llamado “gorgojo de los Andes”, es una larva que penetra en los tubérculos y pudre la papa.

Este gusano causa graves daños en los cultivos de papa de toda la región andina, y puede reducir la cosecha desde un 30% hasta la totalidad de la producción. Por este motivo, constituye junto con la polilla de los Andes y los gusanos de tierra, una de las principales amenazas de la papa.


Los factores más importantes que afectan las agro-exportaciones son los insectos. Cuando el producto exportado tiene gusanos, no se puede detectar pues están en la primera fase de la infección, el producto se ve aparentemente sano y no huele mal, pero si la infección avanza el producto se pudre completamente y contamina todo el cargamento.

El Perú debe tomar medidas para evitar estos problemas fitosanitarios de cara a los acuerdos comerciales que ha firmado con otras naciones, y frente a los que está en proceso de consolidar.

Aparte del necesario control fitosanitario previo, estos rechazos podrían evitarse mediante la aplicación de la Biotecnología moderna. Según Javier Verástegui, Consultor Internacional en Biotecnología, los gusanos blancos no atacan cualquier planta; insertando un gen de resistencia a este insecto –proveniente del Bacillus thuringiensis o Bt- en aquellas susceptibles a esta amenaza, se logra una modificación genética que tiene como resultado una papa que evita la presencia del gusano blanco.

“En los años 1990, el CIP desarrolló una variedad de papa Bt para reducir las pérdidas de cosechas entre los agricultores andinos. Su liberación experimental a nivel de campo y comercial en el Perú aguarda desde hace 10 años la aprobación del reglamento sectorial de bioseguridad”, afirmó.


En la actualidad, los productores utilizan plaguicidas, los cuales son costosos y sumamente tóxicos para el agricultor y para el medio ambiente.

La biotecnología permite eliminar el uso de plaguicidas en estos casos específicos, lo cual genera un costo de producción mucho menor sin riesgo para la salud. “Se puede obtener resistencia prácticamente total al gusano blanco mediante el desarrollo de papas genéticamente modificadas, a las que se les inserta una construcción genética que incluye un gen Bt, que les confiere prácticamente inmunidad al ataque de estos insectos”, aseguró Verástegui.

Según el científico, el gen Bt codifica la expresión de una proteína que mata a los gusanos blancos pero que es totalmente inocua al hombre, como ha sido ampliamente comprobado por su uso en todo el mundo, al haber sido incorporado en otros cultivos transgénicos y al haber sido usado antes en la formulación de productos bioplaguicidas por más de 40 años.


“Desarrollar una variedad de papa transgénica toma unos 5 años y no puede perderse más tiempo. Así, podríamos evitar que más exportaciones sean devueltas por contaminaciones que se pueden prevenir con la biotecnología moderna”, afirmó Verástegui.

Fuente: Agronegociosperu.org


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