Afirma que está subsidiado y esta competencia desleal le permite poseer el 90% de la demanda nacional.


Planta de biodiesel de Industrias del Espino en Palmawuasi-Tocache

Lima, mar. 30 (ANDINA).- Industrias del Espino anunció hoy que presentó ante la Comisión de Fiscalización de Dumping y Subsidios del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) una solicitud para que inicie investigaciones e imponga derechos compensatorios y antidumping a las importaciones de biocombustible procedente de Estados Unidos.

El gerente general de Industrias del Espino, Ronald Campbell, dijo que existe una competencia desleal del biodiesel proveniente de Estados Unidos y de Argentina por estar subsidiado, por lo que los productores locales sólo están atendiendo el diez por ciento de la demanda nacional, reportando cuantiosas pérdidas.

“Las empresas del sector estamos en capacidad de atender el 100 por ciento de la demanda nacional, sin embargo, no tenemos las garantías que nuestra producción sea comprada debido a la competencia desleal del biodiesel importado”, dijo.

Estimó que la Comisión de Fiscalización de Dumping y Subsidios del Indecopi aceptaría iniciar la investigación y en un corto plazo podría disponer la aplicación de derechos compensatorios provisionales contra el biodiesel importado desde Estados Unidos.

“Estos derechos deberán mantenerse en caso continúe vigente el subsidio de 300 dólares por tonelada que entrega el gobierno estadounidense a sus productores de una mezcla de 99 por ciento de biodiesel y uno por ciento de diesel fósil (B99)”, manifestó.

Recordó que a fines de febrero la Comisión Europea dispuso la aplicación de derechos antidumping a este producto que fluctúa entre 339 y 533 dólares por tonelada.

Campbell consideró que esta medida debe replicarse en Perú tanto para el biodiesel proveniente de Estados Unidos como de Argentina.

“En los primeros tres meses de este año ha estado ingresando biodiesel a Perú a un precio inferior a la cotización internacional de la materia prima (aceite de soya). Esta situación también se está generando con el biodiesel argentino que recibe otro tipo de subsidio”, agregó.

Enfatizó que el gobierno peruano dispuso con carácter de obligatorio que a partir del primero de enero del 2009 se comercialice en el país un combustible diesel que contenga dos por ciento de biodiesel puro (B100) y 98 por ciento de diesel fósil.

Sin embargo, dijo que las autoridades están permitiendo que las refinerías utilicen un biodiesel al 99 por ciento (B99) proveniente de Estados Unidos, contraviniendo la Norma Técnica Peruana.

“Nuestras autoridades deben tomar la decisión política para frenar el daño que se está causando no sólo a la industria, sino también a las decenas de miles de agricultores que confiaron en las normas de promoción del sector biocombustibles que dictó el propio gobierno y sembraron alrededor de 14,000 hectáreas de palma aceitera y piñón”, indicó.

Desde 1980 Palmas del Espino, empresa del Grupo Romero, siembra la palma aceitera en la zona de Santa Lucía, provincia de Tocache, en la región San Martín.

A partir del fruto de la palma, su subsidiaria Industrias del Espino elabora aceites (Palmerola y Tondero), grasas naturales (Palma Tropical), jabones (Spa y Popeye) y recientemente biodiesel.

En todas sus operaciones Palmas e Industrias del Espino mantienen un alto estándar medioambiental, que le ha permitido acceder al sistema de emisión de bonos de carbono.

Foto: ANDINA/Jack Ramón Morales

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