Eurosemillas analizará muestras de Tango chilena y peruana con marcadores moleculares

Durante las tres últimas campañas se han venido tomando muestras tanto en origen, en los campos de Chile y Perú licenciados por Eurosemillas, como en los puntos de venta europeos. Cyberagrópolis, que tiene el encargo de implementar el sistema de control para este cítrico protegido, perfiló durante este periodo los protocolos a seguir para asegurar la cadena de custodia y se ajustaron los tiempos para las pruebas en laboratorio. Para la presente temporada, la firma ha definido ya una estrategia, un plan de actuación en los supermercados e hipermercados europeos -con especial incidencia en los de mayor impacto (Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria, Bélgica y Holanda)- que permitirá el análisis por marcadores moleculares de miles de muestras de esta mandarina adquirida directamente en los lineales. Será el último y definitivo punto de control del sistema de certificación varietal diseñado contra el fraude que ya se venía realizando.

Pero el proceso incluye también: auditorías en todos los campos licenciados -con idéntica toma de muestras y posterior análisis en laboratorios certificados-, aforamiento de campos, el mantenimiento de un registro de parcelas autorizadas geolocalizadas para distinguir a simple vista a los agricultores legales de los que no lo son, un sistema de etiquetado de los lotes con códigos propios y trazas distintivas de seguridad con las que evitar posibles falsificaciones y la expedición de licencias de exportación a sólo 10 operadores (7 en Perú y 3 en Chile).

Hasta el momento, la lucha contra la piratería varietal se venía realizando en Europa y EEUU fundamentalmente en el campo y en los centros de manipulación, a través de sistemas de etiquetado e identificación varietal de los lotes. La genómica ha permitido alterar este panorama y complementar estos controles en origen con otros realizados en destino. Cyberagrópolis traslada ahora de forma definitiva este nuevo modelo a Sudamérica, trabajando con entidades certificadoras independientes que se encargan de adquirir las frutas en el punto de venta europeo para, preservando la cadena de custodia, comprobar así su origen legal. Tras extraer su ADN, este material se remite inmediatamente a uno de los dos laboratorio acreditados en España para comprobar, en entre 24 y 48 horas, si concurren las variaciones genéticas -los marcadores moleculares propios de Tango- que permiten distinguir esta variedad de cualquier otra. Estas pruebas son inequívocas y tienen plena validez judicial.

Eurosemillas, que explota los derechos de este cítrico más allá de EEUU, defiende así los intereses de los productores licenciatarios chilenos y peruanos frente a prácticas fraudulentas. La empresa que gestiona los derechos de la mandarina obtenida por la Universidad de California Riverside (UCR) es conocedora de que, en ocasiones y con la intención de reducir la cantidad de semillas provocada por la polinización cruzada de cítricos, se injertan o plantan árboles con material vegetal no certificado ni licenciado por Eurosemillas de su mandarina Tango. El resultado es que los lotes recolectados procedentes de estas plantaciones mezclan variedades agronómicamente problemáticas -porque sufren la polinización y tienen semillas y además polinizan a otros cítricos vecinos- con las mandarinas Tango ilegales, lo que supone una clara violación de los derechos del obtentor y de los del propio consumidor. Una práctica que, además, cuestionaría los sistemas de trazabilidad, claves en materia seguridad alimentaria y fitosanitaria y que, por otra parte, están sujetos a una estricta regulación y vigilancia tanto en Europa como EEUU.

En las próximas semanas, tras trabajar de forma intensa durante meses con productores y operadores licenciados para identificar de forma conjunta posibles ilegalidades, Eurosemillas informará de las acciones judiciales e interceptaciones que se haya visto obligada a emprender.

Hasta el momento, Eurosemillas ha concedido licencias de explotación de Tango en Chile y Perú para una superficie de unas 2.000 hectáreas de cultivo. Dada la juventud de estas plantaciones -que en la mayoría de los casos se sitúan entre los tres y cuatro años- la cosecha que se podrá comercializar en la presente campaña de envíos a Europa, EEUU y en menor medida a China, ascenderá a unas 14.000 toneladas (unas 10.000 procedentes de Perú y el resto de Chile). Para la próxima temporada, dada la alta productividad y regularidad de esta mandarina tardía y la juventud de los árboles, esta cifra se espera que pueda más que duplicarse y alcanzar las 30.000 toneladas. En lo comercial, las cotizaciones alcanzadas de nuevo se pueden tildar de excelentes, con precios FOB situados entre 1,70 y ,190 dólares/kg.

Fuente: freshplaza.es