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Un nuevo estudio publicado en el número de febrero de Molecular Nutrition and Food Nutrition ha descubierto que el elevado contenido natural de antocianina de las fresas puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina. Este hallazgo es importante, pues la investigación ha demostrado que una insulinorresistencia (IR) prolongada puede derivar en diabetes tipo 2.
Para probar los efectos de la antocianina, los investigadores suministraron a adultos insulinorresistentes un plato de alto contenido de grasas y carbohidratos junto con una bebida que contenía fresas liofilizadas en polvo (equivalente a tres tazas de fresas). Los sujetos que bebieron las versiones más concentradas de la bebida de fresa produjeron menos insulina.
Gracias al batido de fresas, parece que el cuerpo no necesitaba tanta insulina para metabolizar la comida. Los investigadores indican que, aunque todavía se desconoce el motivo concreto por el que las fresas producen este efecto, podría ser que las antocianinas alteren la señalización de insulina a nivel celular.
La Asociación Estadounidense de la Diabetes señala las fresas como uno de los diez principales superalimentos que hay que incluir en una dieta para diabéticos. Las fresas, bajas en azúcar –pero ricas en antioxidantes, fibra y vitaminas– son un fruto rojo altamente beneficioso tanto para diabéticos como para quienes no lo son.
Los expertos dicen que el consumo de tan solo ocho fresas medianas al día puede mejorar la salud cardiaca, ayudar a controlar la diabetes, mejorar la salud cerebral y reducir el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer.
Fuente: Consumeraffairs.com | Freshplaza.es
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