En el marco del proyecto Capsicum.
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) informó hoy que estudia 39 tipos de ajíes nativos peruanos que presentan características potenciales para el procesamiento industrial, por su alto valor nutricional y por contener compuestos beneficiosos para la salud.
A través de la Subdirección de Recursos Genéticos y Biotecnología, el INIA evaluó y caracterizó 413 accesiones de ajíes nativos que forman parte de su colección nacional y los resultados permitieron seleccionar variedadades que mostraron una adecuada adaptación en campo de agricultores, con precocidad y frutos de buen tamaño y color.
El jefe del INIA, Juan Arturo Flórez, sostuvo que este proyecto tendrá impacto en la producción e industrialización, porque permitirá un mejor uso de la diversidad de ajíes.
Agregó que pequeños productores de Perú y Bolivia se beneficiarán de la diversidad seleccionada y comerciable del cultivo y de su participación en una cadena de valor más eficiente.
Indicó que se espera que el uso de estas 39 variedades y su incorporación en cadenas de valor genere un incremento en los ingresos de todos los actores de las mismas, especialmente de los agricultores pobres.
Los resultados del proyecto beneficiarán también a los investigadores de las instituciones socias, contribuyendo a una mejor comprensión de las estrategias para ayudar a los agricultores a salir de la pobreza con un mejor aprovechamiento de los recursos genéticos.
Los estudios también identificaron características bioquímicas diferenciales como propiedades antioxidantes que pueden combatir enfermedades degenerativas como el cáncer.
Estos ajíes nativos presentan valores altos en su contenido de flavonoides, capsaicinoides, fenoles totales, grasa y vitamina C, por lo que pueden ser usados como insumos gastronómicos, industriales y para el cuidado de la salud.
Este trabajo es parte del proyecto “Descubriendo el potencial de la diversidad de los cultivos olvidados para la diferenciación de productos de alto valor y la generación de ingresos para las poblaciones necesitadas” el cual demandó tres años de investigación a los especialistas del INIA, Bolivia y a los socios europeos del proyecto.
El proyecto responde a la creciente demanda de alimentos e ingredientes diferenciados de alto valor y permite hacerle frente al problema generalizado de la subutilización de la diversidad genética de cultivos, particularmente en el ají.
El proyecto Capsicum fue financiado por la Agencia Alemana de Cooperación Internacional y liderado por Bioversity International. Durante los tres años de duración involucró a socios como las universidades de Hohenheim, de Hannover y de Wuppertal de Alemania; Fundación Proimpa, Centro de Investigaciones Fitoecogenéticos de Pariumani, Fundación Instituto de Tecnología de Alimentos, de Bolivia.
Fuente: https://www.agroforum.pe/content.php...lio/addcontent
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