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El café, o también llamado Oro Verde, es la principal actividad productiva de la provincia de San Ignacio, pero ahora sus autoridades quieren aprovechar esto para asociarla a otra que también es bastante lucrativa: el turismo ecológico.
La Dirección Zonal de Comercio Exterior y Turismo San Ignacio-Jaén (Dizcetur), diseñó un circuito turístico para complementar la actividad principal, a la cual denominaron la “Ruta de Café”.
La Ruta del Café tiene como objetivo principal promover y poner en valor la producción agroproductiva del café con la participación de la población organizada en emprendimientos rurales, con iniciativas de turismo vivencial y desarrollo sostenible de recursos turísticos.
A esta iniciativa se han sumado seis productores de café y asociaciones de cafetaleros, así como los principales hoteles y hospedajes de la ciudad de San Ignacio, quienes pretenden explotar el flujo turístico nacional y extranjero que tiene la zona.
Esta ruta ecoturística está orientada a realizar un recorrido por seis parcelas ubicadas a 15 ó 20 minutos de San Ignacio, donde el visitante podrá mirar de cerca el proceso agrícola y de producción del café, así como aprovechar para realizar el avistamiento de aves y flores endémicas de la zona.
Circuito
Para llegar hasta San Ignacio, desde en Lima se puede tomar un bus interprovincial con destino a Jaén y luego en un colectivo continúa el recorrido. Y si está en Chiclayo puede tomar un ómnibus que lo lleve directo a San Ignacio. Son aproximadamente entre 6 a 7 horas de viaje.
Al llegar a San Ignacio puede movilizarse en mototaxi, principal medio de transporte público urbano y rural de la zona, cuyo costo es de S/. 1.50 dentro de la ciudad.
Con la mochila al hombro y con las ganas de vivir nuevas experiencias, puede movilizarse hasta la finca “Los Pinos”, propiedad de Juan Rivera Bravo, ubicada en el sector Potrerillo, a una distancia de 10 minutos de la ciudad.
La familia Rivera Rojas ha acondicionado, dentro de sus 42 hectáreas de café, cabañas hechas con materiales de la zona como guayaquil, respetando el entorno paisajístico, apropiadas para que los turistas pernocten y disfruten de la paz y el silencio que envuelve la naturaleza.
Juan Rivera comenta que desde hace más de cinco años, junto con su familia, decidió abrir las puertas de su finca a todo turista local, nacional y extranjero que esté interesado en el proceso de siembra, cultivo, cosecha y producción del café orgánico, que es exportado al mercado europeo y de Estados Unidos.
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IMPULSO
"Mi hija inició sus estudios universitarios en Hotelería y Turismo y eso nos motivó a emprender y complementar nuestro trabajo con el café. Con el problema de la Roya (plaga que afectó al café), el turismo ecológico fue buen aliado y ahora con la puesta en valor de la Ruta del Café, creemos que podemos contribuir a conservar nuestro ecosistema, así como aprovechar y tener nuevos ingresos", sostuvo el empresario cafetalero.
En el recorrido también se puede llegar hasta el fundo "San Antonio", donde su propietario Manuel Arias Pesantes invita a conocer su proyecto de albergue para turistas, cuyo principal atractivo es el avistamiento de aves y flora endémica.
"Aquí no solo conocerán el proceso del café orgánico. Quienes nos visiten podrán observar la flora de la zona como las orquídeas y otras que solo se encuentran en esta parte del país, y que muchas de ellas están en peligro de extinción. En esta zona que se encuentra en medio de nuestro sembrío de café, también se puede observar a las aves endémicas que llegan para aprovechar este ecosistema para reproducirse", detalla Manuel Arias.
Este empresario cafetalero no solo brinda la oportunidad de conocer muy de cerca el comportamiento de las aves, también muestra las nuevas variedades de café que son más resistentes a la Roya y que no afecta la calidad del producto en taza.
"Estos experimentos los venimos realizando junto al Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) para combatir la plaga que generó muchas pérdidas en los últimos dos años", acotó.
Gastronomía y licores
Luego de conocer los procesos de la producción del café y las bondades naturales de la zona, podrá conocer y disfrutar el plato típico, y para ello puede dirigirse hasta el centro turístico La Cabaña, ubicada a 15 minutos de San Ignacio.
Esta cabaña está hecha con materiales de la zona, donde Alcides Alfaro Alcántara y su esposa ofrecen un plato denominado Majote.
Este potaje es hecho a base de chancho y plátano maduro chancado, acompañado de hierbas aromáticas.
Alcides comenta que luego de haber ejercido su profesión como docente en un colegio de Cajamarca, encontró su vocación en la agricultura.
"El tratar la tierra y rescatarla de la contaminación que existe en la ciudad hizo que viera el mundo desde otra perspectiva. Esto motivó a mi familia a invertir en este centro turístico, que pronto contará con más cabañas para quienes quieran visitarnos y disfrutar de la naturaleza y conocer cómo llega el café del campo a la taza", explicó.
Pero si de tomar un buen licor se trata, los pobladores de San Ignacio cuentan con la elaboración de bebidas alcohólicas orgánicas a base de café, miel y polen.
Este es el caso del empresario Eusebio Rosel Núñez Ocampo, quien elabora cocteles que son vendidos en el mercado local, pero que tiene proyectado ofertarlo a nivel nacional.
Núñez explica que esta idea se generó luego de haber asistido a una charla de apicultura.
"Las abejas aprovechan el alimento de la flor del café y otras plantas endémicas de la zona, y logran producir una miel exquisita, muy distinta a la que se produce en la costa", sostiene el empresario.
Ten en cuenta que durante el circuito siempre te ofrecerán una buena taza de café.
Arqueología y turismo de aventura también los espera
El pueblo de San Ignacio también ofrece el turismo de aventura y para ello nos dirigimos hasta "El Paraíso de Don Pepe", un centro turístico que tiene como principal actividad el canotaje.
Bajo la dirección y cuidado del canciller de Turismo y Deporte de la Guyana Francesa, Pascal Moreno, podrá recorrer dos kilómetros de los rápidos que tiene el río Chinchipe.
Pero si quiere conocer la historia de este pueblo cafetero, puede visitar las pinturas rupestres de Faical, ubicadas a 950 metros sobre el nivel del mar.
Estas pinturas tienen una antigüedad de 6 mil años, consideradas las más grandes del Perú y Sudamérica. Luego puede visitar un trapiche artesanal de agua ardiente que prepara Jorge Aldaz Pesantes.
CLAVES
Entre los atractivos naturales que tiene San Ignacio, se encuentra la catarata La Libertad, con 25 metros de altura. Está ubicada en el caserío Calabozo, a ocho kilómetros de la ciudad.
Los hoteles La Posada y Gran Hotel San Ignacio son las primeras opciones para hospedarte, mientras contactas un agente de turismo.
Fuente: http://www.larepublica.pe/11-02-2015...ignacio#!foto5
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