Sierra y Selva Exportadora señaló hoy que está asesorando a productores del interior del país para que sus productos ingresen a Estados Unidos, Europa Asia y América Latina a precios competitivos y, en ese marco, resaltó la importancia de la Certificación Global GAP.
Pequeños productores del país ya han implementado las normas de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), en el proceso de producción frutícola, con la finalidad de alcanzar la certificación Global GAP (Good Agricultural Practices), que les permitirá acceder a una red de mercados rentables a nivel global, indicó.
El protocolo Global GAP garantiza que los productos reúnen las condiciones de higiene, sanidad e inocuidad, lo que implica que durante el proceso de producción en el campo se incluyó un manejo adecuado de residuos, insumos agrícolas (ya sea de fertilizantes y pesticidas) medidas de higiene y seguridad, infraestructura básica, así como cuidado del medio ambiente.
“Este certificado avala el producto de los pequeños productores, por lo que podrán ingresar a mercados exigentes como Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina con precios competitivos", anotó Sierra y Selva Exportadora.
Tendencia: productos saludables
"La alimentación de los consumidores mundiales está orientada hacia productos inocuos y saludables, los mismos que están alineados con las características que exige el Global GAP”, detalló la entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).
De igual manera, precisó que el no contar con esta certificación significará una limitante para los productores al momento de comercializar sus productos en el exterior.
Soporte técnico descentralizado
En ese sentido, Sierra y Selva Exportadora brinda soporte técnico a los pequeños productores para implementar las Buenas Prácticas Agrícolas y luego acceder a la certificación, las cuales son otorgadas por empresas privadas especializadas en el tema.
Durante el 2015, en la implementación de esta norma, Sierra y Selva Exportadora trabajó con 770 productores de diferentes asociaciones, distribuidas en las regiones de Junín, Arequipa, Cusco, Apurímac, La Libertad y Lima.
En tanto, en lo que va del 2016 se están desarrollando estas mismas acciones en nuevos distritos de las citadas regiones, a fin de iniciar la masificación de este protocolo, para mejorar las habilidades competitivas de los pequeños productores del país, con énfasis en la cosecha y post cosecha.
Granadilla, piña, durazno, chirimoya y palta
De esta manera, se ha trabajado granadilla y piña en Junín, uva de mesa en Arequipa y La Libertad, durazno y chirimoya en Lima, así como palta en el Cusco, Apurímac, Arequipa, Moquegua, Áncash y la región liberteña.
Es preciso mencionar que los productores que consiguen su certificación deben mantener el proceso anualmente.
Fuente: Andina
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