El aumento de las precipitaciones propias de este fenómeno ya ha afectado a países como Brasil, Paraguay, Argentina y Perú.

Montevideo (AP). Pese a que Uruguay posee una de las matrices energéticas más limpias, ya padece los “rigores propios del cambio climático global”, señaló un informe del Banco Mundial (BM) presentado aquí el jueves que prevé más desastres naturales en América latina.

El informe fue presentado por John Nash, economista del Banco Mundial para América latina y el Caribe encargado del estudio sobre el cambio climático mundial y asistieron autoridades del gobierno como Alicia Torres, directora de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y Luis Santos director del sector sobre esos cambios del clima, en una ceremonia en el Palacio Legislativo.

“Uruguay forma parte de un pequeño grupo de países —junto con Costa Rica, El Salvador, Honduras y las naciones caribeñas— cuyas economías son de baja intensidad de carbono”, dice el informe indicando que Uruguay tiene un 80% de energía hidroeléctrica en épocas de alta disponibilidad.

Ello, no obstante, no lo resguarda de los “rigores propios del cambio climático global que se verifican en las extremas variaciones del clima”.

El estudio denominado “Desarrollo con menos carbono: respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático”, señala que, según el estudio del Banco Mundial, “se han observado cambios en los patrones de precipitaciones, con algunas áreas recibiendo más lluvias, como ha ocurrido también en el sur de Brasil y Paraguay, el noreste de Argentina y el noroeste de Perú, por ejemplo”.

“Los últimos episodios climáticos ocurridos en Uruguay, como por ejemplo la sequía más intensa que se haya registrado en las últimas décadas y las lluvias torrenciales que se han padecido, forman parte de una tendencia climática general en América Latina, que sugiere que habrán desastres naturales más frecuentes y más fuertes en la región. Es decir, más sequías, más lluvias torrenciales, más vientos intensos y mayores tormentas de granizo”, explicó Nash.

Una de las repercusiones de esa sequía de más de cinco meses, finalizada en febrero, es que las pérdidas para la agropecuaria fueron estimadas en unos 400 millones de dólares, dijo el miércoles el ministro de Economía, Alvaro García. Las secuelas aún proseguirán un tiempo y eventualmente, las pérdidas de cosechas y ganado puedan aumentar.

Al igual que otros países de América Latina y el Caribe, un desarrollo con menos emisiones es posible en Uruguay ya que “el país posee un gran potencial de mitigación en el sector agropecuario, asociado al despliegue de prácticas agropecuarias mejoradas, así como a medidas para mejorar el almacenamiento de carbono en los suelos o en la capa vegetal”.

El informe del BM sugiere estas medidas:

  • Aumento de la eficiencia energética, reducción de la deforestación evitable, mejoramiento de los sistemas de transporte público, desarrollo de las fuentes de energía renovable, especialmente la hidroeléctrica, mejora en el manejo de los residuos sólidos y desarrollo de biocombustibles sustentables en aquellos países con ventajas comparativas.
  • Las emisiones de metano provenientes del ganado son, de acuerdo al informe, una gran fuente de emisiones agropecuarias en la región. Las medidas para reducir las emisiones del ganado involucran un cambio en las prácticas de alimentación, uso de aditivos dietéticos, criar especies y manejar el ganado con el objetivo de mejorar su productividad y minimizar las emisiones por unidad de producto animal.
  • Otro enfoque que recomienda el estudio en el caso de los animales confinados en áreas pequeñas, como los porcinos y el ganado lechero, es el uso de biodigestivos para procesar los deshechos y capturar el metano para su uso posterior. En México y Uruguay ya existen proyectos de este tipo, señaló el BM.


Fuente: www.elcomercio.com.pe (19/03/09)

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