Perú tiene 25 productos que son la estrella de la agroexportación.

El Fondo para la Inclusión Económica de las Zonas Rurales busca generar un shock tecnológico con infraestructura, carreteras y bienestar, a fin de generar un círculo virtuoso que reduzca la pobreza, afirmó el ministro de Agricultura, Milton Von Hesse.

Las recientes cifras sobre la reducción de la pobreza arrojan una disminución de tres puntos porcentuales en el sector rural. ¿De qué manera el agro ha incidido en este logro?

-Hemos verificado que en gran parte de las zonas rurales, sobre todo altoandinas, los más pobres temporalmente ofrecen su trabajo como jornaleros sobre todo a la agricultura costeña más dinámica. Cuando uno dirige una mirada completa de todas las zonas rurales, encontramos que en la costa, hay un sector moderno que está generando un incremento de los ingresos. En la sierra, los pobres extremos aplican estrategias de vinculación con el mundo más actual, aprovechan algunos nichos en sus producciones locales y empieza a sentirse un alivio en la pobreza por una estrategia diversificada.

En ese sentido, ¿cuál es la influencia de los programas sociales en dinamizar la economía rural y la agricultura?

-Si bien Juntos, Cuna Más, Pensión 65, por sí solos no van a convertir de la noche a la mañana a una persona de pobre extrema en emergente, devuelven la esperanza del progreso. Dan una base económica para que los hogares rurales puedan enviar a sus hijos a la escuela, cuidarse en salud y dedicar más atención a sus actividades productivas.

Otras iniciativas del Ministerio de Agricultura como Chacra Productiva y el Programa de Desarrollo Productivo Agrario (Agrorural) permiten dar una continuidad desde la inserción productiva.

¿Es el desarrollo agrario un componente directo en la reducción de la pobreza?

-Definitivamente, la pobreza rural se reduce a través de múltiples actividades y la agricultura tiene un rol muy importante. En la costa hay un mayor dinamismo, pero todavía hay una parte importante del país que no se ha contagiado de ello. El reto del Gobierno es contribuir a que lo que ocurre en la costa también suceda en la sierra y selva.

La estrategia de superación de la pobreza para la población que hoy se dedica a la agricultura pasa por elevar su productividad y, para ello, el Gobierno interviene fuertemente en las zonas altoandinas. Estamos impulsando el programa Mi Riego, que es un gran avance tecnológico para un agricultor pobre, descapitalizado, cuya siembra y cosecha depende del ciclo de las lluvias. El hecho de que los campesinos tengan acceso a riego tecnificado, hace que se produzca más y se pueda lograr incluso dos cosechas al año.

También hemos lanzado el programa Buena Siembra en las comunidades pobres extremas, llevando un paquete tecnológico para elevar la productividad de la parcela, a través de mejores semillas e insumos para una mejor producción y cosecha.

¿Cuánto influye el desarrollo agrario en las zonas que fueron afectadas por la violencia?

-Si usted visita hoy Chuschi, un distrito símbolo, verá ciudadanos con sonrisas en los labios. Hoy esas familias creen que a sus hijos les irá mejor que a ellos, vemos un cambio dramático. La semana pasada lanzamos Buena Siembra en Chuschi, programa que se complementa con Chacra Productiva. Comunidades campesinas que habían sido olvidadas por décadas, de pronto empiezan a tener esperanza y ven que se reconoce su esfuerzo. Las cifras a mediano y largo plazos corroborarán la posibilidad de salir de la pobreza masivamente.

Como responsables de políticas debemos realizar las cosas bien y rápido para ayudar a las personas, y reducir la pobreza. Ese es el gran reto de este Gobierno y por eso se ha creado el Fondo para la Inclusión Económica en las Zonas Rurales (Fonie), para que se pueda generar ese shock tecnológico, con infraestructura, carreteras y bienestar, a fin de generar un círculo virtuoso. El Estado está haciendo su tarea lo más rápido posible y en los siguientes tres o cuatro años veremos los frutos.

¿Qué efectos tienen estas intervenciones en la reducción de la pobreza?

-Si hoy produzco solo un cultivo y una vez al año porque tengo que depender de la lluvia, el día de mañana yo puedo reemplazar mi papa por una mejor variedad de ese tubérculo porque habrá un nuevo paquete tecnológico que implica mejores semillas y formas de riego.

Este shock tecnológico permitirá a los hogares que mejoren sus ingresos y bienestar, si es que existen las condiciones de clima, suelo y temperatura para que obtengan más de una cosecha al año, y cultivos más rentables. Si todas las cosas se hacen bien, en promedio, los ingresos deberían aumentar en un período no tan largo entre 30% y 40%.

¿Se espera superar la meta de crecimiento agrícola de 3.3% con respecto a la campaña anterior?

-Sí, este año hay buenas noticias para la agricultura, pero también otras no tan buenas como que continúan los problemas en los mercados tradicionales. No obstante, por otro lado, estamos apostando por colocar más productos en América Latina y Asia, que son mercados que, a pesar de la crisis mundial, siguen creciendo.

Agroexportación

¿Cuáles son las estrellas de la agroexportación peruana?

-El Perú tiene aproximadamente 25 productos que son estrellas de agroexportación, que se venden en diversos mercados de Asia, América Latina, Europa y Estados Unidos. La palta se ha consolidado, el café orgánico ha entrado fuerte; la uva, los cítricos como la mandarina son tremendas estrellas que siguen creciendo, al igual que el banano orgánico.

También existe todo un boom de cacao aromático, blanco y orgánico. La palma también tiene un buen potencial agroexportador. En el ámbito de los berries, el arándano tiene buena acogida; y la quinua es otra estrella favorecida por la importancia de la buena alimentación.

¿Cuál es el impacto de los Tratados de Libre Comercio (TLC) en la demanda de productos agrarios peruanos?

-Los TLC han sido una herramienta maravillosa para que consolidemos nuestra presencia en mercados mundiales y fomentemos el ingreso de nuevas inversiones. Hasta hace diez años exportábamos alrededor de 500 millones de dólares por año en productos agrícolas, hoy exportamos cerca de 5,000 millones de dólares, debido a los TLC y reformas estructurales.

Estos acuerdos nos permiten consolidarnos en mercados de destino y desde que uno es socio especial de estos bloques comerciales, se puede negociar mejor la eliminación de barreras paraarancelarias, como las restricciones fitosanitarias.

¿En algún momento el sector agrario podrá superar al minero?

-Son ámbitos diferentes, pero si seguimos en una senda de crecimiento, con disciplina fiscal –además de agregar todo este componente de inclusión social en diez años tendremos una mejor agricultura y ya se está viviendo el despegue.

Fuente: Ministro Milton Von Hesse: Shock en agricultura reducirá la pobreza (entrevista)


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