La agricultura en su etapa crítica: no hay agua para regar sembríos

Los campos de cultivo de Characato, hace dos décadas, lucían verdes. En este distrito, ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Arequipa, las tierras destinadas a la agricultura están secas.

Por la escasez de agua, los agricultores solo siembran la mitad. Characato es uno de los territorios golpeados por la sequía que afecta al país. Por eso el Gobierno declaró en emergencia 18 regiones que incluyen a Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno y Cusco.

En Characato los agricultores riegan sus tierras con manantiales que a su vez se recargaban con los deshielos del Pichu Pichu, nevado que perdió su capacidad glaciar. Hace dos años, Lucio Pinto Alí decidió no sembrar trigo, zapallo, papas, maíz ni otros productos de panllevar. Posee tres topos y el recurso hídrico sólo le alcanza para la mitad. Pinto, de 80 años, ahora sólo siembra alfalfa para sus vacas. Esta le resulta más económica. Madura en tres meses para forraje.

La Huaylla en Characato es un sector donde existen 72 topos, 30 están secos. Uno de esos terrenos le pertenece a Germán Alarcón Cárdenas.

Parte de sus tierras están áridas hace tres años. Siguiendo las normas, él construyó parte del canal de regadío, pero lamentablemente el agua no llega. "Tengo que pasarme 18 horas al día para llenar el pozo que tengo y con eso conducir el agua hasta otro campo".

Germán cuenta que paga S/ 49 al año por el recurso que le llega de a pocos, mientras que otros agricultores que tienen más dotación pagan lo mismo. Pedro Velásquez Pinto es otro agricultor afectado. Mientras recorre los campos de sus vecinos, muestra cómo la araña roja daña los cultivos de arverja.

Se trata de una de las plagas más frecuentes entre los cultivos que están en ambientes secos. Añade que el déficit de agua también se debe a que la municipalidad distrital ha desviado parte del agua del manantial para las nuevas asociaciones de vivienda que están posicionadas en la periferie del distrito. "El municipio solo tenía autorización para usar 14 litros por segundo, pero ahora saca más de 20".

REGIONES GOLPEADAS

Moquegua también vive la escasez de agua. El asesor de la Junta de Usuarios, Ricardo Tapia, señala que los cultivos de árboles frutales como la vid y paltas son afectados.

Y es que desde setiembre los agricultores reciben del embalse Pasto Grande apenas 1,700 litros por segundo (lt/seg), cuando en época normal deberían recibir 2,200 lt/seg.

La jefa del Senamhi Tacna-Moquegua, Edualda Medina, sostuvo que la época de sequedad continuará. Habrá escasas precipitaciones pluviales entre hoy y el 14 de este mes en zonas de la parte alta por encima de los 3, 800 m.s.n.m.

Sin embargo, no resolverán el problema en la parte media-baja ni permitirán recuperar el aforo de la represa, que apenas cuenta con 27,1% de reserva.

En Puno los daños también se acentúan en el agro. El titular de la Dirección Regional de Agricultura, William Morales, precisó que se perjudicaron los cultivos de papa, quinua y cebada.

Debido al "veranillo" que vivió el altiplano entre octubre y noviembre, hay retraso en el desarrollo de las plantas. “El volumen de cosecha será menor y el producto de baja calidad. Eso ya acarrea una pérdida enorme. Los campesinos no recuperarán la inversión”, precisó.

Los daños guardan relación con los informes del Senamhi. Sixto Flores, titular de la entidad en Puno, dijo que noviembre fue el mes que menos llovió. Apenas 30% de lo esperado.

Aurelio Medina, del sector de Pucusani y miembro del comité de la zona sur base Ilave, sostuvo que los ríos redujeron en 80 % su caudal. “El río Huenque parecía un riachuelo. Eso impidió que tengamos el agua necesaria en los canales de riego”.

En Cusco, 16 mil hectáreas de cultivos afectados generaron pérdidas económicas que bordean los S/ 44 millones.

Las provincias más dañadas son Canchis, Quispicanchi, Chumvibilcas, Canas y Paruro. Sin embargo, en Cusco el pronóstico de lluvias es alentador. El jefe del Semanhi, Zenón Huamán, precisó que aumentarán en intensidad y frecuencia, principalmente en las provincias de la Convención, Calca, Paucartambo y Quispicanchi, donde hay zonas de cejas de selva.

Fuente: La República